La concentración de esta marcha, encabezada por docentes, fue al noroeste de Santiago de Chile en Valparaíso, ciudad considerada el primer puerto comercial del país.
Carlos Díaz Marchant, presidente del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile, reafirmó la duración de 48 horas de la revuelta. Así, alrededor de 170 buses llenos de educadores se reunieron a las 11h00 en la Plaza Sotomayor para luchar por el cumplimiento de sus demandas.
Exigencias del Colegio de Profesoras y Profesores de Chile
- Deuda histórica: Repuesta a su promesa plasmada en el programa de gobierno.
- Pago de bonos de retiro: Se solicita el pago urgente de bonos de retiro atrasados de los años 2018, 2019 y 2020.
- Jornada escolar completa: Se plantea volver a trabajar con este horario para ofrecer más actividades a los estudiantes.
- Pago de la mención: Requiere el pago a profesoras diferenciales y a educadoras de párvulo.
- Agobio laboral: Mejorar y garantizar la seguridad física y mental de toda la comunidad educativa.
- Bono de retiro después de 2024: Llegar a un acuerdo para definir qué ocurrirá después del 30 de junio de 2024, fecha en que la resolución se volverá caduca.
- Terminar con la doble evaluación docente: Solicitar que se apruebe la petición previamente realizada por los docentes.
- Congreso curricular: Posibilitar un cambio importante al currículum que rige la educación chilena.
Situación en los Establecimientos Educativos
La violencia en las instituciones es lo que ha llevado al colapso a la comunidad docente. ‘Este es un tema en el cual el país tiene que involucrarse; el Estado, más allá del Ministerio de Educación, tiene que entregar políticas claras respecto de cómo avanzamos a una sociedad distinta’ señaló Díaz Marchant.
Por ello, ante la falta de una respuesta del Gobierno a peticiones hechas con anterioridad, los educadores tomaron cartas en el asunto y decidieron movilizarse en busca de soluciones, que de no encontrarse hasta el 17 de agosto significará un posible paro indefinido.