Investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) y del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) han descubierto a la araña cangrejo gigante, una especie no registrada en el país, pero que ha sido ubicada en el Parque Nacional Yasuní, una reserva de la biosfera en el corazón de la Amazonía ecuatoriana.
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Este hallazgo representa el primer registro del género de arañas “Sadala” en Ecuador, de la que se tenía un conocimiento previo en países como Colombia y Brasil, precisó el Inabio en un informe proporcionado a EFE.
La especie fue encontrada por los investigadores Pedro Peñaherrera y Diego Cisneros, de la USFQ e Inabio, en una investigación de campo en el bosque tropical primario preservado por la Estación de Biodiversidad Tiputini, una unidad científica del centro académico ubicado en el corazón de la reserva del Yasuní.
“El descubrimiento de esta nueva especie la realizamos en una de las áreas protegidas más diversas no solo del Ecuador, sino del mundo. Lastimosamente no todas las especies son tan afortunadas, pues en nuestras investigaciones hemos descubierto especies que están muy amenazadas por la destrucción de sus hábitats naturales”, aseguró Peñaherrera, autor del estudio.
La nueva especie fue bautizada con el nombre científico “Sadala rauli”, en honor a Raúl Peñaherrera de la Cadena, abuelo del investigador.
“Al momento se conoce únicamente de especímenes hembras, las cuales son algo similares a las hembras de dos especies de Sadala peruanas. La forma de diferenciar a estas especies es a través de la morfología del aparato reproductivo, pues son muy parecidas en su coloración”, agregó Peñaherrera.
¿Cómo es la araña cangrejo?
Explicó que el nombre de “araña cangrejo gigante se debe a la posición que adoptan estas cuando se paran sobre la vegetación con sus patas extendidas hacia los costados y a su gran tamaño en comparación con otras arañas más comunes”.
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Las especies de “Sadala” se distribuyen en América Central y del Sur, desde Panamá hasta el centro oeste de Brasil, apuntó el investigador y precisó que “Sadala rauli es una araña que sale durante la noche, cuando caza insectos a los cuales acecha activamente entre la vegetación de uno a dos metros por encima del suelo en el bosque”.
“A diferencia de otras arañas, esta especie no teje telas para capturar a sus presas”, detalló.
De su lado, el profesor Diego Cisneros contó que la nueva especie fue descubierta cuando los dos investigadores efectuaban un estudio de campo en el marco de la materia de Ecología Tropical, que imparte la USFQ en la Estación de Biodiversidad Tiputini.
“Durante cerca de 30 años esta estación ha sido una de las guardianas de los bosques tropicales más biodiversos del mundo. El descubrimiento de la nueva araña, Sadala rauli, es uno de varios estudios que llevamos adelante para revelar la inmensa diversidad de estos animales en la Amazonía del Ecuador”, remarcó Cisneros.
El estudio sugirió la posibilidad de que pueda haber otras zonas de ese sector de la selva con la presencia de la especie “Sadala rauli u otras especies posiblemente no descritas en Ecuador”.
“Por ello se requieren recolecciones y estudios adicionales para determinar la riqueza y la distribución de arañas que parece estar subestimada”, apuntó el investigador.
Según Inabio, “la diversidad de arañas en los trópicos de América es enorme, pero aún ampliamente desconocida en Ecuador, donde tan solo se conocen alrededor de 1.000 especies de arañas, menos del 25 % de la diversidad conocida de arañas en países vecinos en los Andes”.
“Las arañas son animales muy importantes por los roles ecológicos que juegan en la naturaleza. Especies de arañas como la nueva Sadala rauli se alimentan de insectos y otros organismos, ayudando a regular sus poblaciones”, explicó.
El artículo sobre el descubrimiento de la araña “Sadala rauli” ha sido publicado en la revista científica internacional “Ecology and Evolution”, añadió Inabio, una entidad adscrita al Ministerio del Ambiente de Ecuador.