Ecuador, que atraviesa “la peor crisis de seguridad de su historia”, vivió esta semana un nuevo capítulo de violencia con el asesinato de un popular alcalde y una nueva masacre carcelaria, en momentos en que la campaña para las elecciones generales extraordinarias se centra en combatir la inseguridad.
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Así lo advirtió a EFE este miércoles el experto en Seguridad Fernando Carrión, al recordar que 2022 marcó un récord con una tasa de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes, pero la tendencia para este año puede llegar, e incluso superar, los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.
”Según información internacional, la tasa de crecimiento de la violencia de Ecuador es la más alta de América. Y eso haría que, al finalizar este año, Ecuador esté localizado, probablemente, en el tercer lugar de los países más violentos de la región”, indicó.
Esta semana fue asesinado el alcalde de Manta, Agustín Intriago, y el enfrentamiento entre bandas rivales en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada del país, dejó 31 reos asesinados, de acuerdo a cifras preliminares de la Fiscalía que difieren de la Policía, que habla del levantamiento de once cadáveres.
Carrión opina que el aumento de la violencia tiene “mucho que ver” con las campañas electorales donde se exacerban las tensiones, pues ya en los comicios locales de febrero pasado fueron asesinados tres candidatos a alcaldes y otros siete sufrieron atentados.
NARCOTRÁFICO
Para Carrión, el narcotráfico es uno de los principales ejes de aumento de la violencia en ciertas zonas de la costa donde se traslada y exporta droga. Señaló que Colombia “incrementó casi el 30 % en estos 2 últimos años la producción (de droga) y Perú, en ese mismo lapso, duplicó la producción, y gran parte de eso pasa por el territorio ecuatoriano”.
En Ecuador ha subido el consumo interno, las estructuras criminales -que se disputan mercados- se han organizado mejor y tienen vínculos con carteles internacionales, afirmó.
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”El narcotráfico ha entrado en la sociedad con las 22 estructuras criminales que existen” en Ecuador y también ha entrado “en el mercado, en las empresas legales”, aseguró.
El Centro Estratégico de Geopolítica (Celag) cifró en “3.500 millones de dólares el dinero sucio que se lavó durante 2021 en el sistema financiero ecuatoriano”, recordó Carrión. Además, las organizaciones criminales “han penetrado en las estructuras estatales, en el sector público”, dijo.
”Estoy muy preocupado porque en noviembre se va a producir el relevo presidencial, lo cual quiere decir que a Guillermo Lasso le queda tres meses y, a lo sumo, lo que podrá hacer es más de lo mismo” para combatir la inseguridad: declarar estados de excepción, que “no han dado resultados”.
FENÓMENO DE EL NIÑO
Carrión ve otro detonante de la violencia a los efectos del fenómeno de El Niño, que se prevé golpee al país en octubre próximo.” Según información oficial, la caída de la economía va a ser entre 10.000 y 12.000 millones de dólares, que sería superior a lo que cayó con la pandemia de la covid-19″, comentó.
Vaticinó que “se va a caer la producción agrícola, ganadera, la infraestructura de las carreteras, de energía eléctrica, escuelas, etcétera”, lo que incrementará la pobreza, desigualdad y violencia.
Se lamentó de que los candidatos presidenciales no tomen en cuenta esa situación en sus planes de seguridad para el Gobierno de transición, que durará 15 meses, pues los electos deberán completar el período presidencial que Lasso acortó al disolver en mayo pasado la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, y solicitar la convocatoria a elecciones.
VIOLENCIA EN LAS CÁRCELES
La reciente masacre en la Penitenciaría -dijo- revela que “no se ha resuelto en absoluto el tema de la crisis carcelaria”. “Las estructuras criminales son las que administran las cárceles”, remarcó.
El “sistema carcelario es un mercado manejado por esta gente. Ahí se compra y se vende todo lo inimaginable. Dentro de las cárceles se tiene mucho más recursos económicos que fuera de la misma”, anotó.
En recientes requisas en las cárceles, se incautaron fusiles, pistolas, municiones, cuchillos, droga, dinero en efectivo, electrodomésticos y hasta cerdos y gallos de pelea.
Además de la falta de control, de recursos económicos y de acciones firmes para controlar las cárceles, Carrión ve que “falta decisión política”, altos niveles de impunidad y el aumento de la “justicia por mano propia”, lo que es preocupante porque “la gente ya no cree en la institución” judicial.
