Los crímenes han sido investigados por la Fiscalía General del Estado y la Policía Nacional. Es el caso Lissa María C., quien parece ser la protagonista de una película policial, ha sido condenada en tres ocasiones por asesinar a sus víctimas con veneno, como si fuera un ‘asesina en serie’. Los hechos habrían sucedido en Quito.
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Tiene apenas 28 años. Su permanencia en la cárcel obedece a cuatro sentencias condenatorias: tres de ellas son por asesinato y una por ingreso de objetos prohibidos al centro de rehabilitación social donde cumple sus condenas.
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Los últimos hechos por los que fue procesada responden a la muerte de Marco E. La investigación impulsada por las autoridades probó que la mujer envenenó a su víctima. A consecuencia de esto, pagará 22 años en prisión.
Luego de ingerir bebidas alcohólicas, él se sintió mal. El hombre fue hallado muerto por sus familiares tendido en el piso y echando espuma por la boca.
La mujer ya había abandonado el inmueble sin imaginar que en la escena del crimen dejó una pista clave para su enjuiciamiento y sentencia.
Los peritos identificaron una huella digital en una de las botellas de cerveza halladas en el departamento. Las experticias técnico-científicas realizadas al indicio determinaron que le correspondía al dedo meñique de Lissa María C.
Sobre la mesa del comedor quedó una jarra con agua que también fue contaminada con la sustancia.
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La tragedia familiar pudo empeorar, pues un día después del deceso, sin saber lo que contenía el recipiente, la viuda de Marco E. tomó la sustancia y la mezcló con más líquido para preparar el desayuno de ella y sus dos hijos, quienes también fueron hospitalizados, corriendo con mejor suerte.
El examen toxicológico practicado al cuerpo de Marco E., así como el testimonio del médico legista que hizo la autopsia del cadáver, fueron parte de la prueba pericial que el Fiscal del caso expuso en la audiencia de juicio.
También comparecieron agentes policiales que estuvieron en el procedimiento de levantamiento de cadáver y otros testigos, quienes robustecieron la acusación de Fiscalía, misma que fue acogida –de manera unánime– por el Tribunal de Garantías Penales.
El rostro de Lissa María C. apareció, por tercera vez, en una pantalla ante un Tribunal de Garantías Penales, se proyectaba desde una sala del Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi, donde cumple las penas.
Sobre sus condenas
La primera vez en que Lissa María C. estuvo frente a un Tribunal fue en agosto de 2021, cuando fue sentenciada a una pena máxima agravada de treinta y cuatro años y ocho meses, tras ser hallada culpable por la muerte de sus dos hijos de 5 y 9 años, quienes fueron envenenados por ella.
El levantamiento de los pequeños cuerpos se hizo el 27 de octubre de 2020. Ese mismo día, la Policía encontró el cuerpo de Jaime Giovanny Y., empotrado bajo un lavabo del inmueble donde residía Lissa María C., en la parroquia de Pifo, al nororiente de Quito.
El cadáver estaba en estado de descomposición. Fiscalía también probó que la mujer envenenó al hombre para luego envolverlo en una cobija.
Por este hecho, la procesada recibió su segunda sentencia condenatoria en abril de 2022, también por asesinato, pero esta vez a veintidós años de privación de libertad.
Lissa María C. no solo fue condenada por envenenar y matar a personas. En el sistema judicial reposa un proceso por el delito de ingreso de artículos prohibidos a la cárcel, por el que fue sentenciada a cuatro meses, en 2022.