La Fiscalía General del Estado señaló que el hecho sucedió la madrugada del 24 de junio, en el domicilio de la víctima. Al lugar llegó Diego M., quien ingresó a la habitación de su exnovia y se metió debajo de la cama. Cuando ella se percató de su presencia, el procesado le tomó de la mano y le dijo ‘tenemos que hablar’.
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La joven le respondió que no y le pidió que se vaya, pero Diego M. sacó un frasco de su bolsillo y se puso un líquido en la mano con la que le tapó la boca y la nariz. Tras un forcejeo, trató de asfixiarla con la almohada y luego le echó el líquido en la cara, ella trató de gritar y pedir ayuda, pero no pudo.
En ese momento, entró al dormitorio su madre, María Ortencia T. y le preguntó al agresor qué hacía allí y cómo entró, pero él no le respondió, entonces le dijo a su hija que vaya a pedir ayuda a su tía que vivía cerca.
La joven salió y en el camino escuchó los gritos de su madre, al regresar la encontró parada en la puerta de la entrada y le dijo que Diego M. la apuñaló.
El agresor huyó, pero fue aprehendido horas más tarde. Según la versión de la hija de la víctima, tuvo una relación de un año seis meses con Diego M., pero terminaron porque era posesivo y celoso, la seguía a todas partes, ingresaba a su casa cuando no estaban y le escribía mensajes, por ello sacó una boleta de auxilio.
Sobre el caso
Tras acoger el pedido legalmente fundamentado de la Fiscalía General del Estados, un Juez dictó prisión preventiva contra Diego M., sospechoso del femicidio de María Ortencia T., madre de su exnovia, ocurrido en la comunidad de Morales Chupa, en Cotacachi. La instrucción fiscal durará treinta días.
En la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos, la Fiscal presentó el protocolo de autopsia, la entrevista receptada por la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) a la hija de la víctima, el informe de levantamiento de indicios –como el cuchillo y otras evidencias encontradas en poder del procesado-, que están bajo cadena de custodia.