Los tripulantes del sumergible Titan, prácticamente, ya estarían sin oxígeno después de emprender su viaje el pasado domingo 18 de junio. Las autoridades están trabajando contrarreloj para poder rescatar a los cinco tripulantes de este viaje, el cual ya anticipa un riesgo de muerte previo a emprender la travesía.
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Mike Reiss, escritor y productor que trabajo para Los Simpson, relató en un podcast las peripecias que significa ser parte de esta experiencia que pone en peligro la vida: los pasajeros pasan con las piernas cruzadas, cuentan con raciones limitadas y un baño improvisado en el submarino del tamaño de una furgoneta.
Por su parte, Stockton Rush, consejero delegado de OceanGate (empresa encargada de establecer el viaje) destacó que los tripulantes tiene que firmar un largo documento de renuncia que menciona la posibilidad de muertes tres veces en la primera página.
Por si fuera poco, si el sumergible permanece mucho tiempo en el fondo del mar, los ocupantes se enfrentan a temperaturas muy bajas con un frío apenas superior al punto de congelación y con posibilidad de desarrollar hipotermia.
Pogue apuntó que en el viaje “estás por tu cuenta” y solo hay una vía de salida: “No hay refuerzos, no hay vía de escape, es llegar a la superficie o morir.”
Una misión suicida
El alemán Arthur Loibl, una de las personas que emprendió el viaje años atrás, afirmó que durante su travesía sí existieron contratiempos que lograron solventar. “¡Era una misión suicida en aquel entonces!”, sentenció.
“Necesitas nervios fuertes, no debes ser claustrofóbico y tienes que poder sentarte con las piernas cruzadas durante diez horas (...). Debe ser un infierno allá abajo. Solo hay 2,50 metros de espacio, hace cuatro grados, no hay silla, no hay baño”, indicó el empresario alemán, dejando en claro la situación que podrían estar viviendo las personas dentro del sumergible.