El presidente de la República, Guillermo Lasso, de 67 años se enfrenta este 16 de mayo, en un día histórico para Ecuador, a una Asamblea dominada por la oposición a un juicio político por el presunto delito de peculado. Hay varios desenlaces para este día, como la muerte cruzada o ser destituido.
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La oposición sostiene que Lasso debe ser despojado de su cargo al considerarlo responsable político de presuntos actos de corrupción ya que indican que tuvo conocimiento de las condiciones perjudiciales para el Estado de un contrato suscrito por la naviera estatal Flopec con la firma privada Amazonas Tankers y que no actuó para rescindirlo.
Por su parte, la defensa del presidente alega que los contratos fueron suscritos bajo la anterior administración del expresidente Lenín Moreno (2017-2021) y que, ya con Lasso en el poder, se requirió a la Contraloría un análisis cuyas recomendaciones fueron acogidas a la hora de renovar los contratos.
Destitución del presidente:
La Asamblea debe conseguir 92 votos para destituir al presidente, que por por ley puede hacerse en caso de delitos contra la seguridad del Estado, de corrupción y por genocidio o desaparición de personas. En este caso, el presidente es acusado de corrupción que dejó pérdidas al estado por más de 6 millones de dólares.
En caso de ser removido de su cargo, Lasso será reemplazado por el vicepresidente Alfredo Borrero, con quien fue elegido en binomio. El nuevo presidente, que deberá completar el periodo hasta 2025, llamará a una terna para elegir al nuevo vicepresidente.
De ser censurado, Lasso se convertiría en el segundo mandatario ecuatoriano en ser destituido en juicio político luego de que 1933 fuera cesado Juan de Dios Martínez (1932-1933).
Muerte cruzada:
Lasso ya tiene listo el Decreto de la Muerte Cruzada pero no lo ha firmado y le da la facultad de disolver la Asamblea Nacional por una sola vez y en los tres primeros años de administración; para dar paso a elecciones generales anticipadas de donde saldría un gobernante encargado de terminar el actual período. Mientras tanto, Lasso gobernaría bajo decretos.
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Esta herramienta constitucional, la puede decretar antes de la votación en el juicio.
Lasso ha señalado que apelaría a la causal de obstrucción de la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, que no requiere dictamen previo de la Corte Constitucional, para disolver la Asamblea. Aunque también se permite hacerlo por grave crisis política y conmoción interna, y por arrogación de funciones.
Gobernar con la oposición:
Para evitar ser destituido, el presidente Lasso necesita 46 votos en la Asamblea. Si embargo, el domingo, el Legislativo tuvo sus elecciones internas y la oposición ganó en los siete puestos de esa entidad.
Si Lasso permanece en el cargo, deberá seguir gobernando con inestabilidad ya que se ha roto todos los puentes y canales de comunicación con los demás partidos.