La vida está llena de sorpresas. Un caso en Argentina es el claro ejemplo que una mala pareja puede llevarse todo de ti, hasta tus pertenencias. Una mujer se llevó una enorme desilusión después de ser asaltada.
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La víctima estaba en la parada de una esquina del barrio 9 de Julio. Fue en ese momento que se vio sorprendida por la llegada de un antisocial que la despojó de sus pertenencias, el hombre rápidamente huyó del lugar de los hechos.
Por supuesto, la fémina no espero para colocar la denuncia y fue ahí que un “balde de agua fría” le cayó en encima. Las autoridades empezaron las investigaciones y lograron dar con el criminal.
El sujeto no solo era un ladrón, también pesaba en su contra una denuncia de violencia de género. Tenía una restricción en su contra.
¿De qué será juzgado?
Al momento que la víctima tuvo que reconocerlo supo que se trataba de su expareja. El hombre, de apenas tiene 20 años, está ahora bajo prisión; será juzgado por robo y violencia sexual.
Este caso ha causado simpatía en territorio argentino porque refleja que la inseguridad está llevando a niveles donde ni siquiera exparejas pueden salvarse de las actividades delictivas de sus conocidos.
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