Johana B. estudiaba en el colegio Mejía, estaba en segundo de bachillerato y era primer mando del grupo de tambores de la banda de guerra de la institución ubicada en el centro de Quito. Lamentablemente se quitó la vida a noche del miércoles 12 de abril, de acuerdo a su familia ella sufría bullying en la institución.
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Esta mañana, sus compañeros despidieron a la joven de 16 años con una calle de honor mientras su ataúd blanco era cargado entre el llanto de una familia desconsolada.
La joven se había cortado el cabello y la llamaban “marimacha”. Incluso fue agredida por uno de sus compañeros. En declaraciones a Metro Ecuador, Lucía Nacimba, madre de familia, y quien está ayudando con los procesos de denuncia a los familiares de la menor, reveló que hace 15 días la golpearon en el mismo curso y salió cojeando.
Johana quería ser militar, ese era su sueño y creía que le tocaba “aguantar” lo que le hagan. Según información preliminar, la joven acabó con su vida cuando su familia no estaba en casa.
Su padre, en declaraciones para el Noticiero, pide justicia y que el caso no quede en la impunidad. Su tía reveló al mimos medio que a su sobrina le hacían mucho bullying. “Le gustaba hacer ejercicio, tenía el cabello corto y por eso le decían marimacha”.
Tras este lamentable caso se ha denunciado que en la institución hay bandas delictivas, venta de licor, de droga, prostitución, extorsiones a los más pequeños. Los padres y estudiantes ya no se sienten seguros en el lugar que deberían cuidarlos.
¿Y qué dicen las autoridades?
Hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial y concreto ni del Ministerio de Educación, del Distrito o de la institución. Tras preguntar por el caso la única respuesta que no fue inmediata decía: “Como Ministerio de Educación estamos realizando la investigación pertinente. Pronto emitiremos un pronunciamiento oficial”.
