Ecuador atraviesa por una fuerte crisis de inseguridad. Asaltos, secuestros extorsivos, ‘vacunas’, muertes violentas, atentados, son parte de la realidad que atraviesa el país. Pero, ¿A qué se debe este problema?
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Mario Pazmiño, experto en seguridad, conversó con Metro Ecuador, respecto a la situación que se vive a nivel nacional. Según el especialista, son varios los factores que hay que tomar en cuenta en esta materia.
¿Se comprende esto como un dominio del crimen organizado por encima del Estado ecuatoriano?
M. P.: “Estamos viviendo lo que se denomina gobernanza criminal. Que no es otra cosa que el control de las bandas delictivas sobre el territorio nacional que se llaman santuarios, en donde el Estado ha perdido la soberanía y donde rige este tipo de estructuras criminales. Lo que vamos a tener que observar durante este año es que esto se va a ir incrementando. A mayor presencia, mayor accionar de las bandas delictivas y menos accionar del Estado, ya que no está reaccionando oportunamente y no está realizando inteligencia para poder frenar estos problemas”.
¿Qué hacer frente a esto que mantiene en zozobra a la ciudadanía?
M.P.: “Hay aproximadamente de 28 a 30 santuarios. En la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas hay cerca de 12 y no se diga en el resto del país. El problema radica en que el Estado no toma las decisiones adecuadas. No ha implementado políticas públicas que vayan a combatir o reducir los niveles de inseguridad. Se le ha recomendado al Estado que exista una fuerza de tarea conjunta Esmeraldas para que proteja toda la frontera norte y evite el ingreso de 700 toneladas de cocaína que vienen desde Colombia, pero no lo ha hecho”.
“Se le ha dicho que es necesaria una militarización de puestos de aeropuertos para prevenir la salida de droga al exterior, tampoco lo ha hecho. Se le ha manifestado al Estado ecuatoriano que es necesario y vital realizar en las diferentes ciudades lo que se denomina presencia disuasiva permanente, y no es otra cosa que todos los sistemas de seguridad, o un comando operativo que estaría a cargo del comando conjunto, pero tampoco lo ha hecho”.
“El Estado configura con los estados de excepción, que realmente son estados de decepción para la población y eso refleja una inseguridad creciente. Este tipo de acciones en las cuales se mandan artefactos explosivos va continuar y no va a frenar porque el Estado no toma las medidas necesarias”.
Es decir, ¿Ecuador es víctima del narcotráfico como en México o Colombia?
M.P.: “Gran parte de los cárteles mexicanos están operando en territorio ecuatoriano. Recordemos las estadísticas, son muy claras. Lo que están diciendo es que el nivel de violencia de nuestro país y el nivel de asesinatos subió al cuarto lugar por encima de México y estamos a una milésima de sobrepasar a Colombia, incluso colocarnos atrás de Venezuela. Somos el cuartos país más violento de América Latina. Somos el segundo país en exportación de cocaína de la región”.
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“Entonces nuestro estatus a cambiado significativamente. A las autoridades no les interesa. Solo desean terminar su mandato y llevarse el galardón de que yo fui presidente, sin haber solucionado nada”.
¿Ecuador está a tiempo de solucionar este problema?
M.P.: “Considero que todas los problemas del país son solucionables, pero lo que se necesita es decisión política. No se trata de que se acabe una administración, sino que el Gobierno corrija el rumbo y que tome decisiones. Aquí no se necesita improvisaciones. Se tiene que cambiar la planta de asesores que han dejado un pésimo precedente y han permitido que todo esto siga creciendo”.
“No existe un liderazgo en el presidente de la República. También es necesario facultar jurídicamente a las Fuerzas Armadas para que puedan participar en la defensa del Estado. Eso debe hacer la Asamblea Nacional. Ahí es necesario hacer cambios radicales. Lo que necesitamos es corregir lo que se está haciendo mal”.