Después del rescate de Vanessa Beatriz Egas Garay y Mauricio Xavier Martínez Franco la madrugada de este lunes 13 de marzo, la Fiscalía General del Estado (FGE) reveló más detalles alrededor del secuestro de las víctimas. La Policía Nacional, mientras la joven pareja se encontraba en manos de los delincuentes, dio con un detalles que facilitó el rescate de los ciudadanos.
Por alerta de los familiares, se conoció que el auto de la pareja se encontraba abandonado en la Ruta Viva. Al interior del mismo, había indicios de que varias personas rebuscaron en el interior y en la cartera de Vanessa, por las facturas que se encontraban en el piso.
Además, uno de los allegados fue alertado con algunas notificaciones al correo electrónico de las transacciones bancarias que habrían efectuado con las tarjetas de crédito y débito de las víctimas.
Los raptores ‘dieron papaya’
Según Fiscalía, estas transacciones se ejecutaron desde cajeros automáticos ubicados en el Sur de Quito. Mediante técnicas policiales de investigación inspeccionaron la zona y observaron a dos personas con actitud sospechosa en unos de estos cajeros.
Al percatarse de la presencia policial, ambos huyeron. Sin embargo, metros más adelante, uno de ellos fue interceptado y en su posesión se encontró una tarjeta con el nombre de uno de los desaparecidos.
Cae uno, caen todos
La persona aprehendida proporcionó información de la ubicación del inmueble donde estaría la pareja secuestrada. Enseguida se coordinó un operativo y la pareja fue rescatada.
Las autoridades dieron con el lugar donde se encontraban las víctimas en el sector conocido como Ferroviaria Alta:
“A la 01h30 de la madrugada se procedió a la liberación de los secuestrados, tras un allanamiento en la Ferroviaria Alta. Las víctimas se encontraban en un inmueble que estaba en un área boscosa, era la última casa del sector”, indicó el comandante general de Policía Nacional, Fausto Salinas.