El mundo vio con asombro, este 09 de marzo, a El Salvador por dictar prisión por 1310 años a un pandillero. El sujeto es culpable de cometer 33 homicidios, 9 proporciones para cometer asesinatos y varias extorsiones. No obstante, este tipo de resoluciones se venían venir desde que en el 2022 se quintuplicó las penas.
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Hace casi un año (30 de marzo del 2022), el Congreso de El Salvador aprobó un fuerte endurecimiento de penas contra los miembros de pandillas. La enmienda al Código Penal establece que la pertenencia a una pandilla se juzgará como agrupaciones ilícitas con penas de 20 a 30 años.
Los legisladores establecieron penas entre 40 y 45 años de cárcel para los creadores, organizadores, jefes, dirigentes, financistas o cabecillas. Previo a esta reforma, los pandilleros enfrentaban por el cargo de agrupaciones ilícitas penas de 3 y 5 años de cárcel, mientras que los líderes de 6 a 9 años.
Ha mejorado la situación en El Salvador
En el 2015 el país centroamericano alcanzó su picó de criminalidad en términos de homicidios internacionales con más de 100 por cada 100.000 habitantes. Hoy en día, este panorama ha mejorado notablemente.
El Salvador registró 7,8 homicidios por cada 100.000 habitantes. Mucho menos que en 2015, pero esto no le convierte en el país más seguro, y es que otros, como Chile o Perú, cosecharon tasas aún más reducidas.
Respecto a la economía, la caída del PIB en 2020 fue compensada por un repunte del 10,3% en el año 2021 y del 2,6% en el 2022. Para este 2023 se prevé un crecimiento anual no mayor al 2%, estas tasas son positivas pero no suficientes para lograr un despegue.