Por el asesinato del representante internacional de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Eduardo Mendúa, la Fiscalía General del Estado dictó prisión preventiva en contra de del primer detenido, por la presunta participación en el crimen. Habría conducido la lancha en la que escaparon los encapuchados que propinaron 12 disparos al líder Cofán.
La medida consiste en la privación de la libertad, dictaminado por el juez del caso, mientras se están ejecutando las investigaciones respecto al delito que conmocionó al país.
David Q., presunto coautor, fue detenido después de que la Fiscalía y la Policía Nacional realizará varios allanamientos, posterior al crimen perpetrado el domingo 26 de febrero en horas de la tarde.
Como indicios se presentaron cuatro armas de fuego, municiones y teléfonos celulares que ingresaron en cadena de custodia, para los respectivos análisis.
El presunto cómplice en la muerte del líder indígena tendrá una instrucción fiscal de 30 días, donde podría enfrentar una condena de 22 a 26 años de cárcel.
El delito por el que sería juzgado está estipulado en el Código Orgánico Integral Penal (COIP), en el artículo 140, numerales 2 y 4, que señala:
“Colocar a la víctima en situación de indefensión, inferioridad o aprovecharse de esta situación; buscar con dicho propósito, la noche o el despoblado”.