Tiene una larga trayectoria en la radiodifusión nacional; y esto es lo que motiva a Andrés Mendoza Paladines postularse como candidato al Consejo de Participación Ciudadana (CPCCS), con el auspicio de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER).
“Fui presidente de AER de 2005 a 2008 y los radiodifusores del país nos hemos preocupado por el país. A lo largo de los casi 80 años de vida institucional hemos tenido participación en la vida del país, no solo a través del micrófono, sino en momentos de crisis como las dictaduras de los 60, el triunvirato, la firma de la paz, (…); AER ha tenido presencia vigorosa”, manifiesta.
Sobre el organismo, afirma que tiene nota roja en cumplir con sus funciones, por ejemplo, en el nombramiento de las autoridades de control, ya que estos procedimientos han estado llenos de polémica; no significa que las instituciones sean malas per sé, sino que las personas que han estado no han hecho un buen trabajo.
“Si hacemos una consulta y le preguntamos a la ciudadanía si quieren eliminar la Asamblea, todos van a decir que sí, lo mismo en la Justicia porque la mayoría estamos hartos de nuestros poderes, hay un debilitamiento institucional y un hartazgo”, advierte.
Respecto de la pregunta en la consulta relacionada a este organismo, considera se debió cuestionar si debía seguir existiendo, mas no si le debían quitar facultades, porque lo deja vivo, con menos poderes y gastando del presupuesto.
No obstante, destaca que el CPCCS tiene dos funciones especiales: el control social, que es la lucha contra la corrupción; y las auditorías, que es la participación ciudadana.
Recuerda que en 2008 que se creó esta entidad, apenas ha invertido el 2% en control social y el otro 98% ha destinado en gastos corrientes y burocracia.
Finalmente, sostiene que a la ciudadanía le interesa que sus instituciones le solucionen sus problemas cotidianos, mas no la elección de un Contralor; “la gente quiere soluciones a sus problemas reales, por ejemplo hacer veedurías que elaboren informes en temas de seguridad, salud, IESS, compra de medicinas, insumos, controlar que cada dólar sea invertido correctamente y que esos informes sean públicos.
“El CPCCS puede volverse en un referente ético, moral con las atribuciones que tiene, incluso sin los nombramientos, porque ya nadie les cree a las entidades que luchan contra la corrupción”, puntualiza.