Se cumplen 22 días de la desaparición de Natalia Elizabeth Ojeda Rosales y su hija Sabina Álvarez Ojeda. De acuerdo con sus familiares, la última persona que estuvo con ellas, fue Manolo Álvarez, padre, la menor y de quien hasta la fecha se desconoce su paradero.
Sin embargo, un amigo muy cercano a Natalia conversó con Metro Ecuador y reveló cómo eran los comportamientos de Álvarez, quien siempre trataba de aislarla del mundo.
“A Natalia le conozco desde el 2016. Fuimos compañeros de trabajo. Fue parte de mi grupo, trabajamos juntos y desde ahí empezamos una amistad. Esto nos llevó a compartir muchas cosas tristes, alegres, bonitas y de todo un poco. Es una de mis mejores amigas, teníamos la confianza de cualquier cosa”, inicia su testimonio Samyr Solis.
Cuenta que la primera vez que ella le habló de Manolo fue en el año 2019. Le empezó a escribir porque cuando le cambiaron a otra sede del trabajo, donde él era secretario, lo pudo conocer.
Desde ahí empezaron a salir a estimar. Asegura que en un inicio se presentaba como una persona correcta, supersensata, por lo que Natalia hablaba con admiración de él.
“Se presentaba como una persona correcta. Iban al gimnasio juntos. Yo iba con ellos, o me los encontraba. Sin embargo, más adelante se empezó a distanciar y empezaron las cosas extrañas”, indicó el amigo de la hoy desaparecida.
Cuenta que Álvarez tenía problemas sin resolver con sus exparejas y trataba de hacerle ver a Natalia que las mimas eran quienes “estaban locas”, tratando de convencerla para que se pusiera del lado de él.
¿Cómo empezó todo?
De acuerdo con Solís, fueron varios los factores que hacían susceptible a Natalia. Primero fue el inesperado fallecimiento de su madre.
“Luego de eso, como que ella nunca se terminó de recuperar bien. Siempre estuvo triste, con síntomas de depresión. Por otro lado, también se empezó a llevar mucho con un amigo nuestro. Lastimosamente, también se enfermó y falleció. Entonces Nati estuvo muy susceptible, muy triste. Tratábamos de apoyarle. Sin, embargo, al conocerle a este tipo, eso hizo que esté más susceptible para que él la pueda manipular. Le hizo sentir que él era la solución a sus problemas, pero él realmente era el problema”, indicó Samyr.
Además, cuenta que la relación que mantenía Natalia y Manolo no le gustaba a los familiares de ella. Su hermana y amigos le advertíamos por los comportamientos que tenía hacia ella en la relación. Frente a esto, él trataba de hacer que Natalia pierda contacto con todos:
“Cuando estábamos en la pandemia, me enteré de que Nati estaba embarazada. Yo le escribía mensajes, no me contestaba, tampoco el teléfono, cuestión que nos empezó a preocupar a todos”.
De igual manera, cuando los trabajos regresaron a la las oficinas, los días que tenía que trabajar ella no asistía. No había justificado las inasistencias. Además, tiene conocimiento que sus familiares fueron a la casa de Manolo, donde la encontraron encerrada e incomunicada.
“Ella me comentó que su relación era demasiado tóxica, que se sentía en peligro. A veces él utilizaba su fuerza bruta para cargarla, empujarla, le cogía de la boca para callarla. Él era bastante corpulento y ella es una mujer pequeña y delgada. Había mucha diferencia física”, aseguró Solís.
Asimismo, da a conocer en su testimonio que Natalia se quedó embarazada en pandemia y pasó encerrada con él, sin que nadie supiera nada:
“Ya era absurdo, de toda la familia le incomunicaba y de los amigos iguales. Ya cuando dio a luz, fue cuando él se asustó, tal vez dejó de insistir”, finalizó.