El 9 de enero, Germán Cáceres regresará a Quito. De momento aguarda prisión preventiva en la cárcel de máxima seguridad, ‘La Roca’. Su juicio podría demorar unos ocho meses y la defensa de la familia de María Belén Bernal espera que lo sentencien a unos 34 años de cárcel por femicidio.
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Cáceres acudirá a la Unidad de Atención en Peritaje Integral de la Fiscalía de Pichincha, en la calle Vicente Ramón Roca, en el norte de Quito. Allí estará a las 10:30 con el objetivo de realizarle la pericia de entorno social, familiar y laboral. Así lo ha convocado la Fiscalía General del Estado.
Ese mismo día deberá enfrentar otra diligencia. A las 14:00 se tiene previsto que un perito le efectúe una pericia de valoración psicológica y de personalidad.
La solicitud fue hecha al Servicio Nacional de Atención Integral a Privados de la Libertad (SNAI) y a la Dirección de la cárcel de La Roca para que Cáceres sea llevado a la capital para dichas diligencias.
Para ello se debe disponer el traslado, “guardando las seguridades del caso se traslade al procesado Germán Cáceres el día y hora señalados” para esas pericias.
Se da días después que Cáceres llegó a Quito desde Colombia donde fue expulsado, bajo custodia de agentes de Interpol a bordo de un avión de la Policía colombiana.
Tras descender de la avioneta policial colombiana que lo trasladó de Bogotá a Quito, Cáceres caminó esposado hasta un edificio donde un agente ecuatoriano recibió el parte de las autoridades colombianas y recibió al imputado.
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Cáceres está implicado en el asesinato de su esposa, la joven abogada María Belén Bernal, quien desapareció el pasado 11 de septiembre cuando fue a visitar a su marido en una Escuela de Policía al norte de Quito, donde trabajaba como instructor.
Diez días después, el cadáver de Bernal fue encontrado en un cerro cercano, enterrada en una zona de matorrales y, según los exámenes forenses, con signos de estrangulamiento.
Según la Fiscalía colombiana, Cáceres llegó hace dos meses -en octubre- a Medellín en una motocicleta para después trasladarse a La Guajira, uno de los departamentos más remotos de Colombia, donde aparentemente se empleó como barman en un establecimiento comercial.