Aunque el bebé Liam Espinoza de tres meses de nacido se encuentra en buen estado de salud y en los brazos de su madre, luego de haber sido raptado en un hostal de Quinindé, Esmeraldas, las autoridades aún investigan el caso gracias a los elementos que ya han recabado.
Dos mujeres, una de ellas menor de edad y otra embarazada, fueron detenidas y les formularon cargos por haber arrancado de los brazos de su madre al pequeño Liam. De acuerdo con la información de la Policía Nacional, esto fue planificado bajo una modalidad de engaño y con un presunto objetivo.
Pues la embarazada que le arrebató a Liam a su madre tendría problemas de salud mental. Además, una de las razones por las que quiso llevarse al bebé fue presuntamente para reemplazarlo por su hijo y presentarlo ante su padre; es decir su cónyuge. Esto es algo que aún se investiga pero que las causas apuntan a ello.
Así lo detalló ayer en una rueda de prensa Freddy Sarzosa, director de la Unidad Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Secuestro y Extorsión (Dinased).
Totalmente planeado
La captora hizo previamente un levantamiento de información de madres que tenían niños de dos a tres meses de nacidos. Ello le permitió dar con el perfil de la víctima con quien hizo el acercamiento, a través de una venta de ropa.
Consensuado el encuentro entre ella y la madre de Liam, acudieron a un hostal en Quinindé. A la mamá del pequeño le ofrecieron una prenda de vestir para que se pruebe. Ello fue aprovechado por la captora para que le entreguen al bebé mientras tanto y en ese momento produjo la desaparición involuntaria.
La mujer estaba junto otra que captaron en las cámaras. Hasta que dieron con el domicilio y dieron con el pequeño Liam.
Antes de perpetrar el delito, la embarazada llevaba 15 días que había abandonado su domicilio según explicó su conviviente a la Policía. Supuestamente “para ir a una casa de salud con la finalidad de dar a luz” y regresar a la vivienda. Efectivamente regresó pero después de haber raptado a Liam.
Cuando la mujer volvió a la casa, a su pareja le llamó la atención que el tiempo transcurrido y las características del menor con el que volvió (en este caso Liam) no coincidían.
Una vez que la Policía observó por las cámaras del hostal a las mujeres, y conversó con la pareja de una de ellas, procedieron a allanar el domicilio donde fue encontrado el pequeño Liam.
La Fiscalía publicó otra versión
Un día después de la rueda de prensa de la Policía Nacional, la Fiscalía General del Estado emitió un boletín con detalles de este hecho.
Una mujer y su hija de 10 años “se acercaron a una mujer que cargaba a su bebé mientras desayunaba para ofrecerle ‘ropa americana a crédito’”.
Aseguran que “la madre del infante accedió y juntas se trasladaron hasta un hotel donde –aparentemente– se encontraban hospedadas para que viera la mercadería”.
Luego “se dirigieron a un almacén de ropa, donde la madre del niño entró a un vestidor a probarse un pantalón. Las mujeres le dijeron que verían al bebé mientras ella se medía la prenda, pero cuando ella salió no las encontró ni a su hijo”, indica Fiscalía.
La Policía fue alertada de este suceso y a través de herramientas tecnológicas y la activación de la “Alerta Emilia” se emprendió la búsqueda de ambas sospechosas en el hotel al que fue llevada la madre del bebé, en primera instancia.
Al día siguiente, en horas de la mañana, los uniformados acudieron hasta el barrio “15 de Marzo”, donde se allanó una vivienda de dos pisos.
El infante de 3 meses, que había sido reportado como desaparecido, estaba en la vivienda.
En el lugar se encontró a Heidy P., de 31 años, y Édinson Q., de 48, en una de las habitaciones del inmueble. También estaba la hija de la pareja, quien afirmó que acompañó a su madre al presunto secuestro del bebé en Quinindé, por lo que fue entregada a personal de la Dinapen.