Santiago Loza Moscoso fue asesinado al estilo sicariato en el sector de Gualo, nororiente de Quito. Estaba a bordo de un vehículo cuando sujetos en motocicleta le propinaron disparos. Por el impacto, el auto chocó con otro que circulaba por la Simón Bolívar.
Loza era coronel de Policía Nacional en servicio pasivo. Hace casi dos meses fue designado como nuevo director del Centro de Privación Provisional Pichincha No.1, conocido como cárcel de El Inca.
La Fiscalía General del Estado informó que abrió una investigación tras la muerte violenta, se procedió a levantar el cadáver y se realizan diligencias.
Fue justamente el 9 de noviembre que Loza fue nombrado reemplazo de Carlos Jaramillo, quien en mayo enfrentó cargos formulados por la Fiscalía al ser descubierto ingresando artículos prohibidos en dicha cárcel.
La designación de Loza se dio dos días después de que enfrentamientos dentro del centro de privación de libertad se perpetraran enfrentamientos que dejó cinco presos muertos.
Policías y militares ingresaron al centro y se atendió a los heridos, dos fueron llevados a casas de salud. “Todo está tranquilo, controlado”, dijo en ese entonces Loza.
El presidente Guillermo Lasso, para el momento, publicó un mensaje en el que reafirmó que la Policía tomó el control de la prisión. La publicación del mandatario estuvo acompañada de fotografías del interior de la cárcel, donde se observa a varios policías mientras decenas de reos están acostados en el sueldo, con el rostro hacia abajo y las manos en la cabezas.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) aseguró que las disputas fueron provocadas por integrantes de las bandas delincuenciales conocidas como Los Lobos y Ñetas.