Viviana Andrea Vallejo Gutiérrez, de 36 años, fue capturada en Machala al estar en la lista de los 10 más buscados de los Europe´s most wanted fugitives de EUROPOL y el programa Interpol Support to El PAcCTO, por supuestos delitos de trata de seres humanos con fines sexuales, tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Ahora, enfrenta hasta 32 años de prisión por los cargos.
‘Vivi’
Era conocida como ‘Vivi’ y pertenecía presuntamente a una organización criminal internacional dedicada al tráfico de personas con fines de explotación sexual que operaba desde Colombia y cuyo destino final era España, motivo por el que era reclamada.
La mujer había estado llevando una vida normal en Elche (provincia de Alicante), pero debido a los cargos a los que debía enfrentarse decidió volver a Colombia.
De las investigaciones realizadas por Policía Nacional de Colombia, se pudo determinar que efectivamente Viviana, se encontraba en aquel país, en una zona de difícil acceso en el interior de la selva, en una localidad muy próxima a frontera de Ecuador.
Su forma de operar
Supuestamente ofrecía a las víctimas viajar a España a cambio de 1.490 dólares, cantidad que tenían que devolver ejerciendo la prostitución en una vivienda que ella misma gestionaba.
Huyó de España, “donde supuestamente regentaba burdeles en los que las mujeres traficadas eran obligadas a trabajar como prostitutas”, de acuerdo con el medio internacional Sunday World.
A las chicas les proporcionaron documentos de identidad falsos, billetes de avión para viajar a Europa y les dijeron que conseguirían trabajos “normales”.
Para el viaje a España, las mujeres se tenían que poner en contacto con otro miembro de la organización que les proporcionaba los billetes de avión, reservas de hotel y documentación falsa.
24/7
Una vez en España, eran trasladadas a una vivienda en la localidad de Elche (este), donde debían ejercer la prostitución en condiciones abusivas, teniendo que estar disponible en todo momento, sin derecho a descanso.
Al llegar se les informaba de que la deuda contraída con la organización ascendía a 2.980 dólares.
“Las condiciones en las que las víctimas tenían que trabajar como prostitutas eran abusivas, teniendo que estar disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, sin derecho a ningún descanso”, menciona el Ministerio del Interior español.
Traficaba cocaína
Pero no solo eso. La mujer también traficaba con cocaína en esos mismos domicilios en los que se ejercía la prostitución. En su informe, la policía ha dado a conocer que los beneficios que obtenía de labores eran blanqueados a través de giros y envíos de dinero.
