La temida banda Tren de Aragua que opera en Venezuela se dedica a extorsiones, secuestros, homicidios, sicariatos, robo de vehículos, venta de drogas, tráfico de armas, trata de personas, contrabando de alimentos y estafas. Son los encargados de cobrar “vacunas” a los presos en las cárceles como parte del control que ejercen dentro de las prisiones.
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De la mano de los migrantes de bien, esta organización delictiva ha aprovechado para expandir su red y establecer sus negocios ilícitos. Actualmente se encuentran en países como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Brasil.
Esta banda criminal emergió en el norteño estado Aragua, donde se ubica la cárcel de Tocorón, centro penitenciario en el que cumple condena Héctor “Niño” Guerrero, a quien se considera el líder del grupo delictivo. Junto a él, ‘Geovanny’ o ‘Viejo’ es considerado otro de los cabecillas.
La investigación de InSight Crime indica que esta organización tiene unos 3.000 miembros armados y todos cobran un monto mensual en las prisiones de la región. Además, indica que entre 2020 y 2021, la banda logró su expansión hasta convertirse en una amenaza transnacional.
Presencia en Ecuador:
En noviembre de 2020, la Policía de Ecuador informó que logró la desarticulación de una banda inmersa en el cobro de dinero mediante extorsiones a los conductores y tráfico de migrantes en Tulcán, provincia fronteriza con Colombia. Estos ciudadanos extranjeros eran integrantes de la banda Tren de Aragua y fueron sentenciados.
Por ahora, las autoridades investigan la participación de esta banda en algunos crímenes ocurridos en Guayas y Manabí.
El desmembramiento sería una práctica común de esta banda: “Tienen esa formación, ese rasgo perverso y cuando la situación lo amerita lo aplican: desmembrarlo, decapitarlo, un sicariato con múltiples balazos. Es su sello”, dice el medio citado.
Una de las estrategias del Tren de Aragua ha sido establecer alianzas con criminales en otros estados y también promover la migración de algunos de sus integrantes a otras regiones para ampliar las economías criminales.
