Más de dos semanas han transcurrido desde que el exteniente de la Policía Nacional, Germán Cáceres, mató a su pareja María Belén Bernal en las instalaciones de la institución ubicadas en Pusuquí. Conforme avanzan los días el paradero del femicida es un misterio pero, a la par, se revelan detalles de cómo actuó.
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Un reciente informe policial, al cual tuvo acceso el medio La Hora, cuenta los momentos claves después del asesinato de Belén en el Castillo de Grayskull (nombre del edificio donde duermen los oficiales).
En primera instancia se cometa que Bernal fue asesinada a las 01:30 del 11 de septiembre. La autopsia no encontró huella en su cuello por lo que se presume que el expolicía uso una llave de artes marciales para acabar con la vida de su “amada”.
A la par, se indica que Cáceres embaló el cuerpo con fundas y lo arrastró por las escalas hasta el vehículo de Bernal. Testimonios acotaron que escucharon bajar el cadáver ; en el automotor permaneció cerca de 18 horas.
Previo a enterrar el cuerpo de su esposa en el cerro Casitagua, cerca de las 19:00, Cáceres se dispuso a limpiar su cuarto. Con una lija y tijeras se dio el trabajo de eliminar los rastros de sangre.
Falta de apoyo
Elizabeth Otavalo aún espera respuesta de la Cancillería y la Secretaría de Derechos Humanos para la creación de un grupo internacional de expertos para así garantizar justicia y verdad sobre el asesino de su hija.
Aunque el pasado miércoles 28 de septiembre se informó por medios locales que Cáceres fue capturado, Policía Nacional desmintió tal hecho y confirmó que se mantiene la búsqueda del prófugo.
Actualmente, tiene Alerta Roja de la Interpol en su contra y es buscado a nivel internacional. Expertos predicen que el asesino estaría fuera del Ecuador.