Juan Albán, relator del Comité de las Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada, representante de Ecuador, reafirmó la postura frente a este crimen que ha vulnerado al sur del continente por años. “No estamos buscando cadáveres, buscamos personas vivas”, señaló en un discurso.
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Desaparición Forzada. Según los estándares y tratados internacionales como este Comíte, este crimen no prescribe. De ahí que se exige a los gobiernos de todas las naciones a la obligación de búsqueda permanente, con la presunción de encontrarlos con vida.
Se presume que desde la década de los 60 y 80 en América Latina, en varios países de la región se dieron con más fuerza este tipo de hechos que han enlutado a los ciudadanos de la región.
Sin embargo, en pleno Siglo XXI no ha dejado de ser un hecho que sigue afectando a muchas personas, que siguen exigiendo más eficiencia en los procesos de búsqueda a las autoridades de cada país.
El Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) está integrado por diez expertos independientes y supervisa el cumplimiento de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas.
El CED se encarga de revisar los informes que presentan de manera periódica los Estados Partes sobre las medidas que han tomado para implementar las disposiciones de dicha Convención. Después de esta revisión y de haber examinado también los informes alternativos de la sociedad civil, el Comité expresa sus preocupaciones y recomendaciones al Estado Parte en forma de “observaciones finales”.