Luis Enrique B. está siendo procesado por el delito de femicidio por haber asesinado a su propia hija Carmen Joselyn B. de 21 años a golpes en su domicilio ubicado en la ciudadela Javier Marcos, en Naranjito, provincia del Guayas. Al momento de su captura el hombre reveló los motivos por el cual la asesinó.
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Una denuncia telefónica hizo que la Policía Nacional acuda al lugar de los hechos para verificar el cuerpo sin vida de la joven ya que los vecinos indicaron que hubo una discusión entre el padre y la hija. Luego, armó un operativo de búsqueda que dio con la ubicación del victimario a varios kilómetros de la vivienda, en la ciudadela Jaime Roldós, donde se encontraba libando al pie de una motocicleta.
Antes de su arresto, Luis Enrique le dijo a la Policía que había cometido el delito por “celos” y que utilizó un tubo cilíndrico de acero de cuarenta centímetros y una tarraja (instrumento manual para hacer cortes en espiral roscado). Esas herramientas que fueron encontradas en el domicilio. Además, la vestimenta del agresor tenía máculas de sangre.
En la audiencia de flagrancia, desarrollada la mañana de este lunes 22 de agosto en la Unida Judicial Multicompetente con sede en este cantón, el fiscal Carlos Guerrón Reinoso presentó como elementos de convicción: los informes de investigación y parte de aprehensión, versión del agente aprehensor, la denuncia de la abuela de la víctima, el documento de identidad del detenido, su teléfono celular, el examen de autopsia y levantamiento de cadáver, el informe de reconocimiento del lugar, objetos metálicos con los que presuntamente se cometió el delito, vestimenta del procesado (con máculas de sangre), entre otros. Todo fue ingresado en la cadena de custodia de la Policía Judicial.
El juez de Garantías Penales, Alfredo Olingi León, acogió el pedido de Fiscalía y dictó prisión preventiva para Luis Enrique B. M., giró la respectiva boleta constitucional de encarcelamiento y dispuso su traslado a la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
La instrucción fiscal terminará en treinta días.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP), sanciona el femicidio con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años.
