El pasado viernes 22 de julio, Cristina recibió una extraña llamada de un número internacional. La persona que le contactó le preguntó si estaba hablando con la dueña de un establecimiento de alimentos en Quito. Ella respondió que es la administradora, lo que dio pasó a que sufriera un intento de extorsión.
PUBLICIDAD
“Automáticamente y tratando de amedrentarme me dijeron ‘contigo mismo queríamos hablar’. Somos de una banda delictiva. Ellos me pedían dinero a cambio de proteger mi local y no atentar contra mi vida. No se metieron con mi familia, pero lo que hice en ese momento fue colgar”, indicó la ciudadana que fue sufrió intento de extorsión a Metro Ecuador.
Posteriormente al cierre de la llamada, precedió a bloquear el número telefónico. Sin embargo, dos horas antes de eso, a las 10h00 recibió un extraño texto de un número nacional haciéndose pasar por una amiga suya para que la agregue a sus contactos.
Además, aseguró que la información obtenida por parte de quienes pretendían atentar contra ella, tomaron información de una de sus redes sociales donde es público su contacto y dirección de su local.
Cristina presentó su caso frente a un elemento de la Policía Nacional, quien señaló que este modus operandi viene desde de la cárceles. Por este motivo, el gendarme aconsejó no hacer caso y cerrar todo tipo de contacto a este tipo de amenazas.
Hace poco la hermana de Cristiana también fue víctima de estas bandas criminales en Machala. Lo curioso es que ella recibe constantes amenazas, ha sufrido intentos de asalto y no ha salido de su casa, como tampoco ha podido mandar a clases a sus hijos por dos semanas.
[ ¡Pidieron ayuda! Robaron múltiples armas a policías de antinarcóticos en GuayasOpens in new window ]
Así es el modus operandi de quienes intentan extorsionar
Según el agente de la Policía Nacional que tuvo contacto con Cristiana, las llamadas de extorsión son realizadas desde los centros privados de libertad donde se encuentran miembros de las bandas más peligrosas de Ecuador.
PUBLICIDAD
El uniformado señaló mediante un mensaje de voz que los números no pueden ser rastreados por su origen. El objetivo de quienes se contactan es para que el dinero pedido bajo amenazas, sea depositado en una cuenta bancaria y posterior al robo eliminar cualquier tipo de rastro del delito.
A raíz de la denuncia pública que realizó Cristina desde sus redes sociales, recibió mensajes de apoyo. De igual forma, ciudadanos que vivieron la misma experiencia le comentaron sobre vivencias similares que les tocó vivir.