El octubre negro, así lo llamaron luego de 11 días de paro nacional que marcó la vida de los ecuatorianos, donde se reportaron decenas de heridos y fallecidos debido a los enfrentamientos entre el movimiento indígena y las fuerzas policiales y armadas.
El 1 de octubre de 2019, dos días antes de que comience la paralización, el expresidente Lenín Moreno, anunció en cadena nacional un paquete de medidas económicas y laborales, en el marco de un acuerdo del acuerdo entre el Ecuador y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se trataba de un ajuste económico, social y de flexibilización laboral.
Lo que desencadenó el paro nacional fue la eliminación del subsidio a los combustibles, vigente desde hace 40 años. Pero también se sumaron una serie de reformas orientadas a rebajar la carga tributaria a los grupos económicos, liberalizar el comercio, reducir el impuesto a la salida de divisas sobre las materias primas y más privatizaciones.
Los transportistas sobre todo en Quito fueron los primeros en oponerse al Decreto 883. El 3 de octubre inició el corte de tránsito en la capital. Luego, los dirigentes de la Conaie anunciaron su movilización a la capital para unirse a las protestas y eso fue clave pues en el Gobierno anterior, no permitía a los indígenas salir de las comunidades.
El 7 de octubre por la noche, la Contraloría General fue atacada e incendiada, hecho ante el cual Pablo Celi, el excontralor, rechazó que haya sido una acción del movimiento indígena y las organizaciones sociales. En el Puente de la Unidad Nacional, se creó un cerco militar y policial mientras el presidente Moreno se traslada a la ciudad de Guayaquil donde realiza una cadena nacional en la que anuncia el traslado de la sede de gobierno a la urbe porteña.
Con el pasar de los días se dio paulatinamente el arribo de los indígenas a Quito. La capital recibió hasta el 13 de octubre a 15 000 comuneros, bajo el mando de los dirigentes Jaime Vargas, de la Conaie, y Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi quienes se encontraban en el Ágora de la Casa de la Cultura.
El movimiento indígena y la Defensoría del Pueblo hablaron de represión: 10 muertos, 1 340 heridos (personas perdieron un ojo)y 1 192 aprehensiones. Misiones de la ONU y de la CIDH revisan lo ocurrido con los DD.HH. Por su lado, la exministra de Gobierno, María Paula Romo, aseguró que se investigan dos casos de un posible mal uso de la fuerza policial.
El domingo 13 el toque de queda continuó. Sin violencia, se dio paso al tercer acto: la negociación. La Conaie y el Gobierno se sentaron en una mesa; todo fue transmitido por televisión. A las 22:03, el presidente Lenín Moreno anunció la derogatoria del Decreto 883 y la instalación de una comisión que elaboraría un nuevo decreto para reemplazarlo.
El paro duró 11 días.
