Los muertos por la explosión en el hotel Saratoga de La Habana, capital de Cuba, subieron a 32, mientras los lesionados suman los 80, informó este sábado la Cruz Roja.
Según indicó a medios locales la responsable provincial del Frente de Restablecimiento de Contactos Familiares de la Cruz Roja, Gloria Bonnin, son 19 los desaparecidos, según la lista elaborada hasta el momento.
La especialista dijo, citada por el portal web oficial Cubadebate, que “cuando hablan de desaparecidos se trata de aquellas personas que no aparecen registradas en la morgue o en los hospitales y aún no han tenido ningún contacto con sus familiares, amigos o conocidos”.
Minutos antes, el funcionario del Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) Julio Guerra informaba de 80 lesionados y 46 hospitalizados (31 adultos y 15 niños), entre ellos un turista español.
Guerra dijo a la televisión estatal que siete de los pacientes se encuentran en estado crítico y tres, graves, añadió Guerra al precisar que ocho personas ya recibieron el alta médica y se encuentran en sus casas.
Entre los fallecidos hay cuatro menores de edad, una embarazada y la turista española, pareja del paciente que sigue hospitalizado, según la fuente.
Las labores de rescate continúan en las inmediaciones del hotel Saratoga, ubicado en la céntrica Habana Vieja.
El suceso, descartado como un atentado por las autoridades cubanas, se produjo en la mañana del viernes cuando un camión cisterna de gas licuado servía un depósito del hotel.
La tesis más probable es que la explosión se debiese a un escape de gas.
La explosión hizo que colapsase una sección del edificio -de siete alturas- y que se desprendiese la fachada de los tres primeros pisos, provocando una lluvia de toneladas de escombro sobre la acera. El camión cisterna quedó parcialmente sepultado.
Al lugar de los hechos acudieron rápidamente bomberos, agentes de policía y equipos de emergencias, que trasladaron a los afectados a varios centros hospitalarios cercanos. Un colegio cercano fue evacuado.
El Saratoga fue construido en 1880 y desde 1911 funciona como un hotel. Su última restauración tuvo lugar en 2005, según medios oficiales.
Con cinco estrellas, el hotel es considerado uno de los más lujosos de la ciudad. El establecimiento se encuentra en pleno Paseo del Prado, una de las principales avenidas de La Habana Vieja, en el centro histórico de la capital cubana.