A casi 50 días del inicio la invasión rusa a Ucrania, el gobierno de Vladimir Putin ha decidido mover sus piezas para tener mayor fuerza en sus ataques.
Y es que los embates del gigante euroasiático han tenido fallas de logística, un aumento en el número de muertos de la población civil y errores que han ralentizado el avance de las tropas, de acuerdo a funcionarios estadounidenses.
Nombran al “Carnicero de Siria” para liderar ofensiva militar en Ucrania
Por esos motivos, un general ruso que es conocido como “El Carnicero de Siria” va a ser el jefe de la ofensiva militar que se encuentra en puerta contra el este de Ucrania, según el Ministerio de Defensa de Moscú.
Se trata de Alexandr Dvornikov, quien fue designado por el mandatario Putin para liderar la nueva fase de la operación militar, que estará enfocada en tomar el control total de la estratégica región del Donbás con el apoyo de las fuerzas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
Con antecedentes sanguinarios
El general tiene fama de ser despiadado y contundente en los ataques que encabeza. Dirigió la ofensiva en el sur al inicio de la invasión, donde los rusos contaron con más éxito que en el norte.
Dvornikov es considerado uno de los militares más destacados del gigante euroasiático; es conocido por sus acciones sanguinarias en sus prácticas contra la población civil en Siria, país al que fue enviado en 2015 por Putin, para apoyar al presidente Bashar al Assad en la guerra civil.
Luego de un año en Siria, recibió el título de la Federación Rusa por sus contribuciones y, actualmente, funge como comandante del Distrito Militar Sur.
Lo cierto es que las fuerzas bajo su mando en Siria fueron acusadas repetidamente de bombardear hospitales y barrios civiles, principalmente en Alepo.
A pesar de los muertos, Rusia no se detiene
Con amplio conocimiento en la región de Donbás, que se convirtió en prioridad para el gobierno de Putin, tras la retirada de Kiev, el nombramiento de Dvornikov da pistas de que los embates rusos tomarán fuerza.
Líderes occidentales consideran que entre siete mil y 15 mil soldados rusos han muerto desde el comienzo de la guerra, mientras que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, afirmó que sólo en Mariupol podría haber decenas de miles de muertos de su país.