El Alcalde Santiago Guarderas ha declarado tres días de luto en Quito ante el aluvión ocurrido la tarde y noche de ayer en el sector de La Gasca. Además, se izarán las banderas a media hasta en todas las dependencias municipales.
Al momento de esta publicación se contabilizan 23 fallecidos, 47 heridos y 15 desaparecidas según las alertas del ECU 911.
Más temprano, Guarderas detalló que la lluvia que cayó en Quito fue inédita, con 75 litros por metro cuadrado, cuando se esperaban apenas dos litros por metro cuadrado.
El aluvión provocado por el temporal, según dijo, desbordó las infraestructuras de captación pues la capacidad de embalse era de 4.500 metros cúbicos, pero hubo un volumen de 20.000 metros cúbicos, y el agua y lodo bajaron.
Además, la torre de captación, de 9 metros de altura, quedó taponada por lodo y árboles, y el desfogue salió por la quebrada y avanzó atravesando la zona poblada.
Tras un sobrevuelo por la zona de la tragedia, Guarderas aseguró que el fenómeno tuvo origen en la acumulación de lluvias y descartó que tenga que ver con algún tema de deforestación.
Othón Zevallos, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) explicó que la catástrofe es origen natural que se generó por intensa precipitación en la parte alta del Pichincha.
En 1990 se ejecutó el proyecto Laderas del Pichincha con diques, embalses y torres de captación para conducir las aguas lluvias a los colectores. Varios embalses han funcionado como los ubicados en el Bosque y la quebrada Osorio.
Añadió que en el caso de la quebrada El Tejado, el aluvión superó el embalse y torre de captación de 9 metros, cruzó por debajo la avenida Mariscal Sucre hasta la avenida La Gasca. Existe un monitoreo constante sobre las quebradas de la ciudad, especialmente en las faldas del Pichincha.