Los casos de COVID-19 asociados a la variante ómicron, más contagiosa que las anteriores cepas del coronavirus, son ya un 90 % de los analizados en los laboratorios de todo el mundo, informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su informe epidemiológico global, el organismo con sede en Ginebra indicó que de los 372.000 especímenes analizados por la red global de laboratorios GISAID en los últimos 30 días se detectó la variante ómicron en 332.000 (89,1 %).
La variante delta, que fue la cepa dominante en buena parte del año 2021, se confirmó en sólo un 10,7 % de los casos, y los porcentajes de otras cepas fueron casi despreciables.
El informe indicó que varios países han detectado aumentos de una subvariante de la cepa ómicron, la BA.2, que preocupa a algunos científicos por su mayor dificultad en ser detectada por los test, aunque la OMS indica que un 98,8 % de los casos ómicron confirmados pertenecen a la subvariante BA.1, que no tiene esa característica.
La OMS reitera que parece haber “más bajo riesgo de enfermedad grave y muerte” en infectados con la variante ómicron, aunque el fuerte aumento de casos que ha provocado, con cifras récord de contagios en todo el mundo, ha añadido presión a muchos sistemas de salud.
La capacidad para a variante ómicron de evadir la inmunidad que teóricamente daban las vacunas y los anticuerpos de pacientes recuperados es, según la OMS, el principal factor que explica el ascenso exponencial de contagios que ha producido la actual ola.
El informe también deduce que la ómicron puede generar un mayor número de casos asintomáticos, lo que a su vez puede haber ayudado a la expansión mundial del coronavirus en los últimos tres meses.