Hace menos de dos años no sabíamos que existía el SARS-CoV-2, quizá porque ni siquiera existía en su forma en la que puede transmitirse entre seres humanos y causar covid-19.
Hace un año todavía no empezaba la vacunación en el mundo, aunque ya existían varias vacunas aprobadas para su uso en la población general
Hace tres meses la variante Delta se volvió la versión predominante en el mundo del coronavirus y debido a su mayor transmisibilidad siguió aumentando los contagios.
Hace una semana conocimos una nueva variante, que se identificó primero en Sudáfrica, pero que por la nomenclatura propuesta por la OMS, que busca evitar asociaciones negativas de países, regiones o nacionalidades con el virus, se denomina con una letra más del alfabeto griego, correspondiéndole ómicron.
¿Qué podemos esperar de esta nueva variante? Aquí respondemos algunas preguntas que quizá ronden por tu cabeza, pero temas preguntar.
¿De dónde salió Ómicron?
Los virus mutan, eso es casi una ley natural. Aunque no son seres vivos propiamente, tienen material genético y todos los seres con material genético, pueden tener mutaciones.
Los virus al no estar vivos, necesitan la maquinaria de nuestras células para reproducirse, eso lo logran cuando nos infectan. Pero en esos procesos de copiado del material genético pueden ocurrir errores, que si se acumulan se vuelven mutaciones.
La mayoría de los SARS-CoV-2 circulantes ya no son idénticos al original que se identificó primero en Wuhan: hemos tenido variantes como Alpha, Beta, Gamma y Delta.
Dada la predominancia de Delta, se esperaba que otras variantes se derivaran de esa, pero las características genética de Ómicron, la sitúan lejos: eso quiere decir que las mutaciones acumuladas surgieron independientemente de Delta, y fueron posibles por una muy alta circulación del Covid-19 en la región de dónde surgió.
¿Por qué es una variante de preocupación?
Podríamos pensar que cualquier mutación del SARS-CoV-2 sería preocupante, pero no necesariamente es así y la OMS desarrolló una clasificación para distinguir eso.
Las variantes de interés, son aquellas que presentan ciertas mutaciones que se ha visto podrían causar una mayor transmisibilidad del covid-19 o una enfermedad de mayor gravedad, pero que todavía no se manifiesta de esa forma en la comunidad. Ese es el caso de variantes como Lambda.
Una variante es de preocupación si ya muestra signos de afectar la salud pública, por ejemplo una mayor transmisibilidad, lo que ya está pasando con Ómicron.
¿Tiene síntomas diferentes?
Aunque no todos los síntomas conocidos de covid-19 se presentan en todos los casos los más comunes son además de fiebre y dolor de cuerpo, cansancio y pérdida de los sentidos del olfato y del gusto.
¿Qué tan diferente es Ómicron de otras variantes?
De todas esos cambios, 30 mutaciones son en la proteína espiga, la que usa el virus para unirse a nuestras células. Esto podría ser una indicación de que Ómicron podrá infectarnos mejor. Pero en realidad muchas mutaciones no quiere decir siempre un “virus mejor”. Así que tendremos que estudiar mejor a esta variante para concluir eso.
¿Las vacunas nos seguirán protegiendo?
Como la mayoría de las vacunas se desarrollaron para que los anticuerpos se entrenaran en identificar las proteínas espiga del coronavirus y esta variante tiene muchas mutaciones en ese sitio, podemos pensar que la efectividad de las vacunas disminuirá.
Pero como la inmunidad no solamente se basa en los anticuerpos, sino en la habilidad que tienen los linfocitos en identificar y destruir a las células infectadas, no todo está perdido contra Ómicron, pues esa memoria inmune es de más largo plazo que los anticuerpos.
¿Es momento de entrar en pánico?
La respuesta breve es no. La larga, es que falta mucho por conocer sobre la gravedad de Ómicron. Y la respuesta optimista es que seguimos teniendo al alcance estrategias para protegernos de esta y otras variantes. Así que, mantengan la calma y usen bien sus mascarillas.