Mediante Decreto Ejecutivo 224, el presidente Guillermo Lasso anunció un Estado de Excepción para hacerle frente a la inseguridad.
En el documento, con fecha de este 18 de octubre, se declara el Estado de Excepción “por grave conmoción interna” en todo el territorio ecuatoriano durante 60 días.
“Este Estado de Excepción se fundamenta en las circunstancias que han afectado gravemente los derechos de la ciudadanía debido al aumento de actividad delictiva”, reza el texto.
Asimismo, tiene como finalidad controlar “las circunstancias de inseguridad que se han generado, restablecer la convivencia pacífica y el orden público”, se indica en su artículo uno.
Por otro lado se dispone la movilización de las Fuerzas Armadas en las siguientes provincias: El Oro, Guayas, Santa Elena, Manabí, Los Ríos, Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas, Pichincha y Sucumbíos. La idea es complementar las funciones de la Policía Nacional de los ámbitos requeridos de seguridad ciudadana, protección interna, prevención del delito, orden público, realización de operativos, requisas de porte de armas y registro de sustancias sujetas a fiscalización.
En el resto de provincias, la Comandancia de la Policía Nacional trabajará en conjunto con las entidades públicas para reforzar la vigilancia y prevención del delito. De ser necesario, la Policía podrá solicitar apoyo de las Fuerzas Armadas.
“Los operativos y tareas que realicen las Fuerzas Armadas en ejecución del decreto serán siempre en coordinación de la Policía Nacional y se darán únicamente en vigencia del mismo”, señala.
En el artículo cuatro se establece que en los casos que durante el estado de excepción las fuerzas Armadas o la Policía aprehendan a personas cometiendo aparentes infracciones penales deberán ceñirse estrictamente del debido proceso y poner al detenido a las órdenes de la autoridad competente dentro de los tiempos que señala la Constitución y el COIP.
“En todo momento las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional deberán cumplir con los estándares de excepcionalidad, necesidad, proporcionalidad y humanidad, así como las reglas del uso progresivo de la fuerza señalados en la ley”, cierra.
Se añade que corresponde a la Comandancia de la Policía instruir adecuadamente al personal que intervenga en el estado de excepción sobre los criterios referidos en el párrafo anterior.
En cadena nacional, Lasso recordó que en los últimos años el Ecuador ha pasado de “ser un país de tráfico de drogas, a uno que también consume drogas”, trayendo consigo otros problemas como sicariatos y homicidios; robos a domicilios, vehículos, bienes, y personas; por ejemplo, citó el Presidente, más del 70 % de las muertes violentas que ocurren en la provincia del Guayas están de alguna forma relacionadas con el tráfico de drogas.