El cruce entre las avenidas Simón Bolívar, Autopista General Rumiñahui, sector de Los Túneles, La Marín, entre otros son las zonas más ruidosas de Quito.
Por el contrario, los puntos donde el ruido es menor se registra en parques de la ciudad, en el Panecillo y en las laderas del Pichincha.
Estos datos son tomados de un mapa de ruido de tráfico de la zona urbana de Quito, fruto de un estudio realizado por la Universidad de Las Américas (UDLA) en 2017.
¿Qué pasa en Quito?
En este estudio se reportó que 1 de 4 personas está expuesta a niveles de ruido de tráfico que superan las directrices que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS): 65 decibeles en el día y 55 decibeles en la noche.
Para ser más exactos, en el día, el 25% de la población quiteña supera el umbral; y en la noche, el 38% está expuesta a niveles que superan los índices.
Según el mapa, citado por el colectivo “Quito Cómo Vamos”, en el Informe de Calidad de Vida 2020, los sectores aledaños a las principales avenidas de Quito llegan a niveles mayores a 80.
¿Cómo afecta el ruido a la población?
Según el informe citado, según datos obtenidos en un encuesta en 2015 (717.395 hogares), el 32% señaló sentirse afectado por este tipo de contaminación auditiva.
Aunque la exposición continua a un nivel del ruido medio ambiental de 70 dB no causará deterioro auditivo, si puede generar efectos psicólogicos como estrés, insomnio, irritabilidad, síntomas depresivos, falta de concentración, rendimiento menor en el trabajo, etc. Por ejemplo, el ruido con niveles por encima de 80 dB puede aumentar el comportamiento agresivo.
Por otro lado, numerosos estudios concluyen que un ruido constante por encima de los 55 dB produce cambios en el sistema hormonal e inmunitario que conllevan cambios vasculares y nerviosos, como el aumento del ritmo cardíaco y tensión arterial, el empeoramiento de la circulación periférica, el aumento de la glucosa, el colesterol y los niveles de lípidos.