El papa Francisco se mostró muy apenado por la “terrible explosión de violencia” entre bandas rivales en la cárcel de Guayaquil, que dejaron más de 119 muertos y numerosos heridos. El sumo pontífice pidió que “Dios ayude a acabar con la plaga del crimen que esclaviza a los más pobres”.
“Estoy muy apenado por lo que ha pasado en Guayaquil, el Ecuador, una terrible explosión de violencia entre bandas rivales que ha provocado más de cien muertos y heridos. Rezo por ellos y sus familias y que Dios nos ayude para acabar con la plaga del crimen que esclaviza a los más pobres”, dijo Francisco tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro.
También Francisco pidió ayuda para quienes trabajan “para hacer más humana la vida en las cárceles”.
El pasado martes 28 de septiembre se registró en el centro de privación de Libertad Zonal 8 de Guayaquil una reyerta entre dos bandas para tomar el control de la cárcel. Hasta la fecha no se termina de identificar a los fallecidos.
Jornada de incidentes
Grupos de policías y militares intervinieron este sábado en la cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, vecina a la Penitenciaría. A primeras horas unos mil militares y policías ingresaron en ambos centros de detención, donde se escucharon detonaciones de armas.
La Policía informó que durante la intervención en la cárcel Libertad Zonal 8, los agentes “fueron recibidos con disparos por las personas privadas de la libertad”, pero de inmediato lograron neutralizar la acción.
Sin embargo, el comandante del cuerpo de infantería de Marina, Fernando Recalde, indicó que “en principio hubo fuego cruzado, al parecer entre las bandas (de reos), pero al ver la presencia de la fuerza pública todo se amainó”.
La comandante general de Policía, Tannya Varela, informó que tras ser neutralizados los presos, la Policía pudo evacuar a cuatro reos heridos.
Desde las afueras de las prisiones, Efe constató que había reclusos en los patios, en los techos y una columna de humo salía de una de las cárceles