Diversos estudios, como el publicado en Social Psychology and Personality Science , han evidenciado que la ropa tiene un impacto directo en la percepción del individuo, tanto a nivel interno como externo.
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En particular, las personas consideradas inteligentes tienden a optar por prendas funcionales, sobrias y con un propósito claro.
Minimalismo y practicidad: las claves del guardarropa intelectual

Uno de los rasgos comunes en la vestimenta de personas con alto coeficiente intelectual es la simplicidad funcional . Este tipo de personas prioriza la comodidad , la neutralidad cromática y la versatilidad de las prendas. Colores como el gris, el azul marino, el negro y el blanco predominan por su capacidad de transmitir seriedad, orden y claridad mental.
Asimismo, el estilo “normcore” —una tendencia que se caracteriza por un vestir deliberadamente neutro— ha sido ampliamente adoptado por figuras del ámbito tecnológico y científico. Steve Jobs y Mark Zuckerberg, por ejemplo, optaron durante años por uniformes personales con jeans, camisetas o suéteres básicos, reduciendo así la carga cognitiva de decidir qué usar cada día.
Moda inteligente: tecnología y conciencia ambiental

Otra característica distintiva es el interés por la moda sostenible y la ropa tecnológica. Personas con alto nivel educativo y pensamiento crítico tienden a elegir marcas que promuevan valores éticos, durabilidad y producción responsable.
Percepción psicológica del vestuario
Desde la perspectiva psicológica, la ropa que elige una persona influye directamente en su autoestima y en cómo es percibida por los demás.
El concepto de “cognición envestida”, acuñado por científicos de la Universidad Northwestern, demuestra que usar ciertas prendas puede mejorar el rendimiento cognitivo y la autopercepción de competencia.