El tatuaje, considerado durante mucho tiempo una práctica marginal o reservada a ciertos grupos sociales, ha experimentado una notable transformación en la región. Actualmente, es un arte con un valor cultural, estético y personal creciente. Países como México, Brasil, Venezuela y Colombia han sido protagonistas en la evolución de esta disciplina, que ha ganado tanto en técnica como en aceptación popular. Uno de los exponentes más destacados del tatuaje contemporáneo es Edwink Cadena, un tatuador colombiano que ha influido de manera significativa en el desarrollo del arte del tatuaje, particularmente en su país y la región.
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Edwink Cadena destaca por su dominio de una técnica que ha ganado popularidad en los últimos años: el whip shading, también conocido como puntillismo de arrastre. Esta técnica ofrece un acabado particular que, según el artista, se asemeja más al dibujo, brindando una textura atractiva y una transición suave en el tatuaje. Para Cadena, el whip shading no solo mejora la calidad estética del tatuaje, sino que también representa un proceso menos doloroso para el cliente, con un tiempo de curación más rápido que otras técnicas.
Cadena menciona que en su formación académica en pintura le enseñaron a romper esquemas y buscar un estilo propio mediante la investigación constante. Este enfoque lo ha llevado a perfeccionar dicha técnica desde sus inicios como tatuador, sintiéndose cómodo, no solo por su acabado visual, sino también por la experiencia más amigable que ofrece al cliente. “El whip shading para mí es muy atractivo en calidad y acabado, además de que el proceso es más fácil para el cliente en cuanto al dolor, y el proceso de curación es más rápido”, señala.
El tatuaje en Latinoamérica ha tenido un crecimiento notable en las últimas décadas. Países como México y Brasil han sido pioneros en este desarrollo, pero para Cadena, Colombia y Venezuela destacan por su gran avance en el arte del tatuaje. “Latinoamérica, en mi concepto, ha tenido un desarrollo bastante significativo en el tatuaje, lo que ha hecho que estudios de Europa y Norteamérica pongan el ojo en nuestros artistas latinos”, afirma el colombiano quien ha ganado importantes premios como en el Tinta y Arte Monserrate.
Colombia ha emergido como un punto clave en la escena internacional del tatuaje, con una creciente cantidad de clientes interesados en llevar arte en su piel. Sin embargo, Edwink advierte que, aunque hay talento, los tatuadores deben trabajar arduamente para mantenerse ocupados debido a la competencia y la falta de educación en la comunidad sobre cómo elegir a un tatuador profesional. “El generar valor agregado a veces funciona, pero en muchas ocasiones los clientes buscan un mejor precio, lo cual puede ser un error brutal”, comenta. Para él, es esencial que los clientes comprendan que un tatuaje es una inversión en sí mismos, que debe ser realizada por un profesional capacitado.
Cadena enfatiza que sus clientes, más allá del costo, suelen buscar piezas de alta calidad y profesionalismo. Un tatuaje, según él, puede elevar la imagen de una persona o arruinarla, lo que convierte al proceso en una decisión importante. “Tomo sus ideas y las transformo para hacer que ese tatuaje pareciera que nació con él, es algo que llevamos para toda la vida y no podemos tomar el riesgo de hacerlo con cualquier persona”, explica.
Un aspecto clave que resalta el colombiano, es la preparación previa al tatuaje y el cuidado posterior. Sus recomendaciones incluyen mantener una dieta equilibrada, evitar el alcohol, descansar adecuadamente, y evitar la exposición al sol, así como el contacto con aguas sucias o muy calientes. El cumplimiento de estas indicaciones asegura, según él, un resultado excepcional y una curación adecuada. Asimismo, advierte sobre el impacto negativo del uso de sustancias psicoactivas fuertes, como la cocaína o la heroína, que pueden deteriorar la piel de manera irreversible.
El tatuaje en Latinoamérica ha evolucionado significativamente, pasando de ser una práctica estigmatizada a un arte en pleno auge, valorado tanto por clientes como por profesionales en todo el mundo. La historia de Edwink Cadena, desde su formación artística hasta su perfeccionamiento del whip shading, refleja cómo los tatuadores latinoamericanos están dejando su huella en el ámbito global, transformando el tatuaje en una expresión artística de alto nivel.
