En la conmemoración del Día Internacional de la Obstetricia, que es una fecha dedicada a reconocer la labor fundamental de los obstetras y a crear conciencia sobre la importancia de un embarazo, posparto y lactancia, Alexandra Vega, gerente médica y de farmacovigilancia de Genfar, indica cuáles son los cuidados y precauciones a tomar en cuenta los primeros 40 días después del parto y el período de lactancia.
La conocida cuarentena, es una etapa crítica tanto para la recuperación de la madre como para la adaptación del bebé al mundo exterior. Durante este tiempo, es esencial que la mamá pueda estar en un balance de movimiento con sus nuevas responsabilidades, en los primeros días se sugieren caminatas cortas que ayuden con el proceso de recuperación; y luego de un mes, ya puede hacer ejercicio aeróbico donde poco a poco pueda incrementar la fuerza, siempre consultando con su médico de cabecera.
No todo es responsabilidad de la mamá, se deben repartir las tareas en casa y con el bebe, se necesita apoyo de la familia para mantener el balance adecuado.
Se deben evitar visitas y salidas innecesarias, ya que, según la experta de Genfar, en esta etapa el sistema inmunológico del bebé es aún débil y se debe minimizar el riesgo de exposición a infecciones externas, en este período si se deben atender las visitas al médico, para velar por el bienestar del bebé y aplicar la vacunación necesaria.
Por otra parte, el bienestar emocional de la madre es crucial, ya que es común experimentar la “depresión posparto” y otros cambios emocionales; buscar ayuda profesional si es necesario es vital.
La lactancia materna no es instintiva, se debe aprender
La lactancia materna es una de las prácticas más recomendadas para asegurar la salud y el bienestar tanto del bebé como de la madre.
En cuanto a los beneficios para el bebé, es el alimento ideal, ya que contiene todos los nutrientes necesarios en las proporciones adecuadas. Puesto que ayuda a nutrir, refuerza su sistema inmunológico protegiéndolo de infecciones y enfermedades, y promueve un crecimiento saludable.
Para la madre, también ofrece importantes ventajas dado que facilita la recuperación posparto al estimular la contracción del útero, lo que ayuda a reducir el riesgo de hemorragias. Además, se ha demostrado que disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario, proporcionando beneficios a largo plazo para la salud de la mujer.