La ausencia de intimidad sexual en la relación de pareja puede convertirse en una significante fuente de problemas, dado que se trata de un aspecto fundamental que promueve el afecto, la comunicación y la complicidad. No obstante, son numerosas las mujeres que se ven enfrentadas al declive del deseo sexual y desconocen las auténticas causas.
De acuerdo con la Sexual Medicine Society of North America (SMSNA), esta ausencia está vinculada al Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo, que afecta a un 22% de las mujeres y al 5% de los hombres. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que en el caso de las mujeres, este porcentaje podría llegar hasta el 40%.
“Los factores como las fluctuaciones hormonales, el estrés cotidiano, la fatiga o los problemas en la vida sexual pueden desencadenar una disminución en el deseo. Muchos individuos buscan ayuda profesional debido a un deseo sexual bajo, sin embargo, lo que realmente pasa en muchas ocasiones es que existe una discrepancia de deseo en su relación, en otras palabras, diferentes niveles de deseo, y la persona con el nivel más bajo usualmente se siente como el problema”, según indica Lucía Jiménez, psicóloga y sexóloga referente de Diversual.
Por qué aparece el trastorno del deseo y cómo solucionarlo
Especialistas en asuntos sexuales aconsejan que la primera acción a tomar al enfrentar este tipo de situación es determinar qué factores podrían estar conduciendo a ella. De acuerdo con Jiménez, "cada individuo tiene un nivel de deseo basal; esto es, la inclinación innata al deseo que posee cada persona. Este nivel puede ser extremadamente bajo en algunos casos, y extremadamente alto en otros, y aunque puede variar, generalmente se mantiene constante en cada individuo."
A partir de aquí, las razones pueden ser físicas, mentales o debido a cambios hormonales ocasionados por el embarazo, la menopausia o los periodos menstruales.
La SMSNA alerta que condiciones como la diabetes, el cáncer, la artritis y las patologías cardiovasculares, así como los fármacos para la regulación de la presión arterial o los medicamentos antidepresivos, pueden provocar este desorden. Asimismo, señala que la ansiedad, la depresión, el estrés, el historial de abuso o la falta de autoestima son factores que pueden originar el mismo.
La falta de interacción en la pareja igualmente puede ser un aspecto considerable ya que 'a menudo la cuestión no radica en la falta de deseo, sino en la multitud de elementos que lo sofocan, como ocurre con el estrés, el estilo de vida siempre urgente y las discordias diarias'.
Frecuentemente, la persona que carece de apetito sexual usualmente tiene que acceder a la actividad sexual para satisfacer a su compañero, lo que puede agravar la situación al no abordar la raíz del problema y, por consiguiente, incrementando el desapego.
"El individuo con esta condición permite que su pareja disfrute de su cuerpo, pero con el tiempo, lo que debería ser una liberación de placer se convierte en un deber... El deseo y la demanda no son buenos compañeros. Es crucial entender qué estimula a la persona y qué la desanima. Es importante determinar si lo que la excita está presente y, si no, motivarlo. Y si lo que la inhibe está presente, intentar manejado o si es factible, eliminarlo de la ecuación", explican.
Tips para incentivar el deseo
Posibles soluciones para evitar que el sexo cause conflictos en una relación podrían incluir:
- Cuestionar lo que se quiere durante el momento de intimidad, ya sea un masaje, sexo oral...
- La literatura erótica podría desatar la pasión y hacer volar tu fantasía, lo que podrías aplicar en situaciones reales.
- Promover interacciones agradables con ambientes novedosos, al igual que experimentar con juguetes eróticos.
- Tener un descanso adecuado también es esencial para mantener el entusiasmo durante el sexo.