El Observatorio Astronómico de Quito de la Escuela Politécnica Nacional, dio a conocer que durante la madrugada del 25 de marzo de 2024, la Luna alcanzará su fase de plenitud, constituyendo un evento astronómico que podrá ser observado desde todo el territorio ecuatoriano.
La Luna llena de marzo ha sido tradicionalmente designada por los nativos americanos como la “luna de gusano”. Esta denominación se enmarca en una narrativa histórica que vincula las estaciones del año con los cambios observados en la naturaleza.
Según esta tradición, la luna llena de marzo adquiere su nombre debido a que coincide con el período en el que la tierra comienza a descongelarse, permitiendo que las lombrices emerjan del suelo.
Este fenómeno se percibe como una señal para que las aves encuentren alimento y las flores comiencen a florecer. En el Hemisferio Norte, este evento marca el inicio del deshielo y, por ende, el advenimiento de la primavera, mientras que en el Hemisferio Sur, indica el inicio del otoño.
El plenilunio, o fase de Luna llena, ocurre cuando la Luna se alinea de tal manera que la Tierra se sitúa entre ella y el Sol. En este punto, el ángulo de elongación lunar es de 180°, lo que significa que la cara visible de la Luna está completamente iluminada, alcanzando una iluminación del 100 %.
Aunque la intensa luminosidad puede dificultar la observación detallada de los cráteres lunares debido a la falta de sombras, es un momento propicio para apreciar los rayos de algunos cráteres radiados.
Este fenómeno ocurre aproximadamente cada 14 días tras el novilunio. Durante la Luna llena del 25 de marzo, nuestro satélite exhibirá una magnitud aparente de -12.17 y estará a una distancia de aproximadamente 400 mil kilómetros de la Tierra.
La visibilidad de esta fase lunar abarca toda la noche, ya que su orto coincide con la puesta del sol y su ocaso ocurre en el momento del amanecer. En esta fase, la Luna, reflejando la luz solar, aparece completamente circular y brillante en el firmamento.
Además, es en esta etapa del ciclo lunar de 29 días cuando pueden ocurrir eclipses lunares. Para disfrutar de la belleza de la Luna llena no se requiere de equipos especiales como telescopios, ya que será claramente visible a simple vista, ofreciendo un espectáculo natural fascinante a todos los observadores del cielo nocturno.