Jesús es el mayor regalo que podemos recibir y volver a hacer presente su nacimiento su nacimiento nos permite experimentar la alegría de la Salvación manifestada en la fragilidad y en la pequeñez de un niño recién nacido. Dios manifiesta su confianza en la humanidad y nos da a su Hijo Único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna.
Durante cada día de la novena hemos interiorizado en un personaje que nos ha dado elementos claros para peregrinar de la mejor manera en este camino que conduce a Belén. Hoy detenemos nuestra mirada en el personaje más importante de este acontecimiento: Jesús.
Alegrémonos con todo cuanto hemos vivido en este tiempo de preparación e iniciemos diciendo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Palabra de Dios
Reflexión
Peticiones
Con la alegría del nacimiento de Jesús, nos unimos para presentar nuestras súplicas confiadas al Señor que se hace uno de nosotros y nos da la Salvación, digamos: Señor Jesús, ven a nuestro corazón.
- Por la Iglesia que somos todos, para que podamos ser testimonio de la alegría de la Salvación y testimoniemos con nuestra vida que no somos esclavos sino hermanos. OREMOS.
- Para que tomemos mayor consciencia de la responsabilidad ciudadana que tenemos y con nuestras actitudes podamos contrarrestar la corrupción que tanto daño le hace a nuestra sociedad. OREMOS
- Por todas los jóvenes que se han refugiado en la tecnología y se han aislado de su familia y de su entorno, para que la celebración de la Navidad sea un motivo de unión y fraternidad que les permita recuperar este vínculo. OREMOS.
- Por nosotros que hemos participado del rezo de la Novena de Navidad, para que todo cuanto reflexionamos y meditamos durante estos días, sea una oportunidad para fortalecer nuestra fe y nuestro compromiso cristiano. OREMOS. (Se pueden añadir algunas peticiones)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Bendición
Que la alegría del nacimiento de Jesús sea la mejor oportunidad para fortalecer nuestra fe y podamos respaldar con nuestro testimonio todo cuanto hemos interiorizado. Finalicemos diciendo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.