Antes de 1983, las leyes penales sancionaban el adulterio (infidelidad) con cárcel. Luego, dejó de ser considerado un delito con la nueva reforma del Código Penal. Sin embargo, el tema del adulterio está establecido en el Artículo 110 del Código Civil, mismo que cuenta con nueve causales, y el engaño es la número uno y está registrada como: “El adulterio de uno de los cónyuges”.
PUBLICIDAD
[ -Lea También: ¡Ante todo religiosos! Encontró a su marido con la amante en misaOpens in new window ]
Según la Abogada Diana Chugá, especialista en materia de Familia y Violencia de Género, explicó a Metro Ecuador, en estos procesos, las pruebas para demostrar que existió infidelidad, es que uno de los cónyuges tenga un hijo de una relación extramatrimonial.
También, si existe un registro de video donde se grabó manteniendo intimidad con su amante, por lo que sería considerado como evidencia de la primera causal.
¿Las víctimas de infidelidad reciben indemnización?
De acuerdo a la abogada Chugá, esto no existe, ni está estipulado en las leyes, por lo que la persona que fue engañada solo probaría el argumento por el cual desearía divorciarse.
¿Cuánto cuesta divorciarse por infiel en Ecuador?
Existes tres formas por las que cónyuges pueden ejecutar el divorcio. Si lo realizan por medio de una notaría puede costar alrededor de los USD 500.
Si lo hacen por medio de un juzgado y hay temas como juicio de alimentos y manutención de hijos, el precio va desde los USD 600 a 800.
Y si es por un tema controversial donde una de las dos partes va a dar la pelea o no acepta el divorcio de su expareja, puede llegar a costar hasta USD 1 000.
PUBLICIDAD
Cabe recalcar que en los tres tipos de divorcio, de existir entre los cónyuges hijos menores de edad, en primer orden se deberá resolver temas de tenencia, alimentos y visitas.
La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones afectuosas del tipo romántico, a corto o largo plazo, establecidas con personas distintas del vínculo oficial que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar conocida como matrimonio.
