La Universidad de Ginebra publicó una investigación donde se revelarían los motivos de pérdida en la calidad del semen en hombres. El continuo uso del celular sería un motivo. Lograron descubrir que los hombres entre 18 y 22 años, que afirmaron usar el teléfono más de 20 veces al días, tenía un riesgo mayor de de presentar un recuento global de espermatozoides bajo.
Además, agregó: “el alto uso de celulares afecta la concentración de espermatozoides, pero no su morfología (…) chequeamos personas entre los 18 y 22 años y, de hecho, la fertilidad no se ve muy afectada”
También tenía un 30 % más de riesgo de una baja concentración de espermatozoides en un milímetro de semen. En la investigación no se especificó si los hombres llamaban o enviaban mensajes de texto, o si utilizaban sus teléfonos para ambas cosas.
El estudio también logró descubrir que a raíz de que la tecnología telefónica mejoraba a lo largo de 13 años, el impacto en el recuento de espermatozoides empezaba a remitir. Esto sería uno de los aspectos positivos.
Otro punto a favor del estudio es no se produjo ningún descenso en la forma ni en la motilidad de los espermatozoides, que se refiere a la manera en que nadan hasta su destino.
Los teléfonos móviles se han convertido en partes indispensables de nuestras vidas. Sin embargo, emiten campos electromagnéticos de radiofrecuencia de bajo nivel, o RF-EMF.
Según el estudio, si esos móviles emiten a máxima potencia, el tejido circundante puede calentarse hasta 0,5 grados Celsius.
El organismo recomienda mantener el teléfono alejado del cuerpo y la cabeza —utilizar en su lugar el altavoz o los auriculares— y llevarlo en una mochila, maletín o bolso.
Sin embargo, la cuestión de si esos campos pueden realmente dañar la fertilidad masculina ha sido fuente de controversia y debate durante años en la comunidad científica.
