Diócesis de Nueva York se declara en bancarrota tras denuncias de abusos sexuales

La diócesis católica de Ogdensburg, de Nueva York, se declaró en bancarrota tras ser arrasada por 138 denuncias por supuestos abusos sexuales a menores

La diócesis católica de Ogdensburg, del norte del estado de Nueva York, en Estados Unidos, se declaró en bancarrota tras ser arrasada por 138 denuncias por supuestos abusos sexuales a menores presentadas contra un número indeterminado de sacerdotes. Esta fue otra de las diócesis del estado que debieron afrontar el pago de indemnizaciones por las conductas criminales de sus miembros religiosos.

“Si no se solicitara el concurso de acreedores, la Diócesis se enfrentaría a estas acciones civiles en un proceso lento, impredecible y costoso que requeriría años de procesos judiciales”, aseguró el obispo de Ogdensburg, Terry R. LaValley

El obispo insistió en varias ocasiones en que la bancarrota “es lo mejor para resolver las reclamaciones pendientes y continuar al mismo tiempo” la “misión como diócesis”.

El obispo pidió perdón por el sufrimiento que estos abusos causaron en los menores

LaValley, que pidió perdón “por el sufrimiento causado por los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes y otro personal eclesiástico”, también aseguró que en la diócesis se sintieron “sorprendidos por el número de denuncias presentadas, pero incluso un incidente de abuso es demasiado”.

Las autoridades del estado de Nueva York abrieron entre agosto de 2019 y agosto de 2021 una ventana legal que permitía a todas las personas que habían sufrido abusos durante su infancia denunciar a sus abusadores incluso si el delito había prescrito.

Cientos de personas se querellaron contra diferentes diócesis y parroquias del estado en demandas millonarias, incluidas diócesis como la de Buffalo, Rochester, Syracusa, Albany y Rockville, que también ya se han acogido a la bancarrota para hacer frente a estas denuncias.

La diócesis de la Iglesia católica de Buffalo, acusada de encubrir numerosos casos de abuso sexual infantil por parte de miembros del clero durante años, acordó en octubre del año pasado con las autoridades someterse a control externo para garantizar que rinde cuentas en el futuro.

“Solicitar la reorganización permite a la diócesis continuar con sus programas, servicios y ministerios. Nos permite seguir pagando a nuestros empleados y jubilados. Debemos seguir centrándonos en nuestras relaciones con Cristo mientras resolvemos las reclamaciones que se han presentado”, agregó el obispo.

LaValley también explicó que desde el cierre de la ventana legal, la diócesis ha logrado resolver catorce denuncias, mediante el cierre de acuerdos o la desestimación de los casos.

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