Uno de los factores más preocupantes para los sistemas de salud de todo el mundo son el sobrepeso y la obesidad. Ambas son precursores de enfermedades como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas y un largo listado de patologías producto del desequilibrio fisiológico que produce un alto índice de masa adiposa en el cuerpo.
En 2019, por ejemplo, según el Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), cinco de las diez principales causas de fallecimientos en Ecuador se relacionan con los malos hábitos alimenticios: alto consumo de alimentos azucarados, altos en grasas y sedentarismo. La comida procesada fue ganando terreno frente a los productos más naturales.
Durante otro estudio realizado recientemente entre 2021 y 2022 (INEC), se determinó que el 21,7% de los ecuatorianos de 18 a 69 años realizan actividad física insuficiente. Un 28,6% corresponde a mujeres y 14% a hombres.
En términos globales, la ONU estableció que la obesidad en 2022 afecta a 650 millones de adultos, 340 millones de adolescentes y 39 millones de niños. Por ello, estima que, en el año 2025, unos 167 millones de personas gozarán de condiciones de salud más desfavorables motivado por el sobrepeso o la obesidad.
Qué hacer para mejorar los hábitos
Médicos y nutricionistas coinciden por unanimidad que para llevar una vida sana hay que respetar tres pilares básicos: alimentación, ejercicio físico y cuidado emocional. Resguardar estos tres aspectos nos ayudará a mantener niveles saludables de músculo y grasa corporal junto con una estabilidad hormonal necesaria para el funcionamiento del cuerpo.
Un apartado especial se lo lleva uno de los factores más importantes para mantener el cuerpo en equilibrio. El estrés incrementa los niveles de una hormona clave: el cortisol. Esta se libera ante situaciones que el nuestro cerebro percibe como amenazas. Pero, ¿qué sucede hoy? La mayoría de las personas tienen mucho estrés diario, por tanto, son más proclives a sufrir desregulación del metabolismo que se puede traducir en aumento de peso, del sistema inmunológico y digestivo, la respuesta inflamatoria y la respuesta al estrés. En altos niveles también afecta el estado de ánimo.
Para colaborar en el cuidado de estos tres aspectos fundamentales -alimentación, ejercicio físico y cuidado emocional- se encuentra Fattaché, un suplemento dietético natural basado en chitosan, una fibra derivada de la quitina que se extrae de las cáscaras, caparazones o exoesqueletos de algunos crustáceos, utilizado para atrapar la grasa ingerida, evitar que el cuerpo la absorba con un efecto saciante ideal para planes de alimentación. Asimismo en su composición tiene psyllium y karaya o glucomannan que trabajan en conjunto para mejorar el sistema digestivo, previene el estreñimiento y regula el colesterol “malo”.