La historia es consecuente en catalogar al arroz como un alimento milenario e indispensable para la gastronomía e infaltable en cualquier hogar ya que es uno de los productos básicos más importante de la dieta con aporte calórico, fundamentales para poder llevar una dieta equilibrada.
Con respecto a su gran alcance, según el grupo industrial sin fines de lucro USA Rice, los asiáticos consumen un promedio de 300 libras de arroz por año, mientras que, en los Emiratos Árabes Unidos, esa cifra es de alrededor de 450 libras por año, seguido por los estadounidenses que comen aproximadamente 27 libras al año.
Laura Ligos, dietista nutricionista y fundadora de The Sassy Dietitian en Albany, Nueva York, explica que “el arroz puede ser un carbohidrato tan accesible y conveniente, y deberíamos dejar de demonizarlo y, en su lugar, ayudar a las personas a entender cuál es la mejor manera de consumirlo. El arroz puede ser absolutamente parte de una dieta saludable”.
Un gran generador de energía
El arroz es una fuente rápida de energía que puede ser una gran victoria para aquellos que necesitan recargar energía rápidamente, como los atletas, las personas con trabajos intensivos en mano de obra y las que están embarazadas, amamantando o recuperándose de una lesión o enfermedad. “Los carbohidratos son un macronutriente importante que nuestros cuerpos necesitan para la energía, la producción de hormonas, la función cognitiva y mucho más”, así lo asegura la doctora Ligos.
El arroz blanco y el integral comparten un perfil nutricional algo similar, aunque el integral es ligeramente más alto en calorías, fibra, proteína, manganeso, selenio, magnesio y vitaminas B, más antioxidantes y más bajo en calorías, con un índice glucémico más bajo.
Lauren Harris-Pincus, fundadora de NutritionStarringYOU.com, agrega que “el arroz proporciona más de 15 vitaminas y minerales esenciales, incluidos ácido fólico, vitaminas B, potasio, magnesio, selenio, fibra, hierro y zinc”.
