Perteneciente a la familia de las Asphodelaceae, el aloe vera se caracteriza por diferenciarse de las otras presentaciones de aloe por su alta producción de gel, un verdadero baluarte y característica para el universo de la cosmética actual.
Entre sus componentes activos se encuentran vitaminas, aminoácidos, minerales (como el calcio, el cobre, el selenio o el zinc, entre otros), ácidos grasos, enzimas y polisacáridos, todos ellos contenidos en ese gel compuesto en un 99% por agua.
Beneficios
El aloe vera se asocia mucho a las temporadas calurosas del verano, ya que es idal para hidratar y refrescar la piel luego de jornadas largas con exposición solar en playas y piscinas, así también para calmar algunas afecciones o reacciones derivadas por las altas temperaturas, sin embargo, es también perfecta para usar en otras épocas del año, como por ejemplo, para combatir la resequedad causada por el frío o en momentos puntuales luego de sesiones de depilación láser o afeitarse.
Si bien su uso se lo puede asociar al verano, porque es una excelente opción para hidratar y calmar la piel después de un día de playa o piscina, el aloe vera se puede usar todo el año para hidratar la piel, o, en momentos puntuales, después de una sesión de depilación láser o después de afeitarse.
Almudena Nuño, dermatóloga en el Hospital Universitario La Paz, en Madrid, España, explica que “el aloe vera tiene numerosas propiedades para la piel. Lo utilizamos como cicatrizante, antiinflamatorio y para la mucosa oral, es decir, lo podemos usar para heridas, erosiones y cicatrices recientes, para una inflamación de la piel, como es una quemadura, y también en pacientes con lesiones en la boca, como aftas, y en pacientes oncológicos a los que se les seca mucho la boca (xerostomía)”.
Puede ser utilizado tras quemaduras de sol, además, es especial para hidratar la piel, calmar la piel enrojecida y aliviar las piernas cansadas debido a que la textura del gel de aloe vera puro es refrescante.