No cabe duda que uno de los grandes dolores de cabeza y frustraciones que genera el estado físico pasa muchas veces por la grasa abdominal, sobre todo a partir de los 35 años, porque es cuando comienza hacerse imposible el poder desaparecerla. El problema no solo pasa por lo estético, ya que puede generar importantes afecciones cardiovasculares.
Posiblemente la primera y mejor recomendación es mantener una correcta dieta y rutina de ejercicios físicos para que la situación corporal y de salud no se nos escape de las manos. Es cierto que existen bastante modalidades que se pueden implementar para generar resultados positivos, sin embargo, en la actualidad existe una en particular proveniente de Japón que es furor ahora en toda Norteamérica.
Detalles del método Fukutsudzi
El protagonista principal del revolucionario método de adelgazamiento es el doctor Toshiki Fukutsudzi, un quiropráctico japonés especialista en el tratamiento de problemas de los huesos de la pelvis y de la espalda. Él propone algo posiblemente bastante simple y que solo demanda cinco minutos al día para poder perder kilos al mediano plazo.
La acumulación de la grasa abdominal no solo está relacionada con la alimentación y la práctica habitual de ejercicio, sino también con la corrección postural del cuerpo. Los músculos abdominales se relajan, conformándose como una musculatura laxa que no ejerce ningún tipo de fuerza y, por tanto, permite que la grasa acampe a sus anchas.
Por ello, la propuesta de Toshiki Fukutsudzi corrige la posición de la pelvis forzando al abdomen a tonificarse e implicarse en ejercicios de fuerza para que el desarrollo del músculo desplace y deshaga la grasa, eliminándola del organismo.
Paso a paso de la técnica
Primero hay que acostarse en el suelo con una toalla enrollada en la parte baja de espalda, donde se encuentran las lumbares (justo detrás del ombligo). luego de sentirse cómodo se debe estirar los brazos y las piernas todo lo que se pueda, ubicando las piernas levemente separadas y los pies hacia dentro, tratando de que los pulgares se toquen. Por su parte, los brazos deben estirarse por encima de la cabeza, con las palmas de la mano hacia el suelo.
El objetivo principal es estirar todo el cuerpo con el correcto acompañamiento de la respiración por la nariz y sin forzar el ritmo, manteniendo la posición durante los cinco minutos establecidos. Cuando se hace una vez, se va a notar como el abdomen está en tensión, lo que facilita la remodelación de la zona. Como en todo ejercicio, será eficaz si se lo convierte en rutina.
