Aunque la muerte es fuente de duelo y tristeza para muchos, a veces también es una ventana de oportunidades para aprovecharse; sobre todo cuando se trata de personalidades famosas. Así ha ocurrido este pasado fin de semana, cuando ladrones ingresaron a la casa situada en una localidad costera del oeste de Francia del diseñador español Paco Rabanne, que falleció el pasado viernes 3 de febrero, a sus 88 años.
Las autoridades locales informaron a la AFP, confirmando lo también difundido por el medio local Télégramme. “El robo con allanamiento se produjo en la madrugada del domingo en Ploudalmézeau. Los daños fueron menores y no hubo detenciones”, indicaron.
La casa se encontraba en la costa, no muy lejos de otras residencias
La casa de este diseñador, conocido por su introducción del metal en la moda y las rupturas de estilo y materiales, estaba situada cerca de la costa, no muy lejos de otras residencias.
“Los ladrones pensaban que había un montón de cosas de valor dentro. (...) Ya sea Paco Rabanne u otra persona, es muy chocante ir a robar a alguien que acaba de morir”, declaró Marguerite Lamour, la alcaldesa de la localidad, que cuenta con unos esta localidad de unos 6 mil habitantes.
Paco Rabanne nació en 1934 en Pasajes (norte de España), hijo de una costurera del legendario modisto Cristóbal Balenciaga. En 1939, la familia buscó refugio en Francila, luego de sufrir la muerte de su padre a manos de las tropas franquistas que lo fusilaron durante la guerra civil.
El costurero se hizo célebre en Francia, incluidas apariciones televisivas en las que soltaba declaraciones sonadas, como cuando aseguró en 1999 que París iba a ser destruida por la caída de la estación espacial Mir.
Aunque perdió relevancia tras la compra de su casa en 1986 por parte de la firma Puig, Rabanne aun logró golpes de efecto, como en 2011, cuando Lady Gaga presentó un espectacular vestido en forma de luna, en una gala de MTV.