Casi nadie sabe de la historia de Ricardo Escobar, el hermano mayor del difunto capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, quien de joven era uno de los más poderosos de la organización delictiva y estuvo también a punto de ser millonario pero ahora solo vive con lo justo.
PUBLICIDAD
¿Quién es Ricardo Escobar?
Nació el 13 de enero de 1947 donde su padre fue agricultor y su madre una maestra de escuela. Se conoció que su abuelo materno fue el el que lo había involucrado en los negocios ilícitos ya que era contrabandista de whisky.
El diario El Tiempo de Colombia detalló en el 2015 que en su juventud Ricardo reparaba radios y televisores a cambio de que le paguen sus estudios y le puedan patrocinar el ciclismo, que era una de sus mayores pasiones. Su primer trabajo en Medellín fue reparar entre 20 y 30 televisores diarios.
En la entrevista al medio citado, Escobar también dijo que el primer radio que hubo en su casa fue hecho por él, al igual que el primer televisor y equipo de sonido. El gran talento que poseía le sirvió para su tesis de grado y también ganó varios concursos.
Le decían ‘El Osito’
Como su pasión más grande era el ciclismo, Roberto Escobar se destacó como uno grande en ese deporte. Quedó en tercer lugar en la prueba por equipos del Campeonato Nacional de Ciclismo de Colombia y también segundo lugar en el departamento de Antioquia. Incluso fue un ciclista de élite ya que representó a su país en competencias internacionales.
Ahí nació su apodo “El Osito”, alias con el que se haría conocer en todos sus procesos judiciales. En una competencia en Medellín, llegó a la meta totalmente envuelto en lodo debido a una gran tormenta que cayó. un periodista radial que transmitía la etapa, le dijo: “Ahí llega Roberto Escobar Gaviria, que más bien parece un osito”, reseña el medio El Tiempo.
Su vinculación al cartel de Medellín
‘El Osito’ se vinculó a los negocios ilícitos del cartel delictivo y fue parte de la logística de la organización sobre también lideró a los sicarios entre 1987 y 1988. Pero, luego de ser encarcelado, su suerte se desplomó.
PUBLICIDAD
En 1993 estuvo en la cárcel de Itagüí, donde al recibir un sobre manila, que resultó ser una bomba, le explotó en su rostro y lo dejó ciego. Actualmente dice que ve en blanco y negro y también perdió el 70% del oído.
Vive solo y con las justas:
Tuvo dos matrimonios del cual en el primer tuvo dos hijos. l primero, Nicolás, estuvo inmiscuido en el narcotráfico, se dice que ayudó a transportar en un avión el cadáver de uno de los jefes del cartel de Cali, lo que provocó un proceso de paz firmado verbalmente entre los dos grupos criminales.
Mientras que su otro hijo, José Roberto fue asesinado al recibir cinco disparos en la cabeza cuando estaba en un gimnasio.
En su segundo matrimonio tuvo tres hijos más: Joseph y dos niñas que no se conoce mucho.
En la actualidad vive solo y su único amigo es un exciclista que suele ayudarlo a moverse por su casa y a recoger a sus hijos en una camioneta.
Estuvo a punto de volverse millonario si firmaba con una productora de Hollywood
Roberto sobrevive con lo justo, ya que todos sus bienes terminaron en manos del Estado. Esto, porque en Colombia se aplica la ley de ley de extinción de dominio, que ayudó a decomisar parte de los bienes de Escobar y sus familiares.
Al final, los juicios en su contra determinaron que todo el patrimonio que tenía era producto del narcotráfico de su hermano Pablo. Pero, el juró que nunca tuvo que ver en eso y que solo conocía de los negocios pero nunca participó.
“Pablo consiguió unos testigos falsos que me involucraron en un negocio ficticio de droga, y eso fue suficiente para entregarme”, dijo al medio citado. Y ante eso, admitió sus delitos y nunca se dio su extradición a los Estados Unidos.
Hace algunos años, estuvo a punto de firmar un millonario contrato con una productora de Hollywood para hacer una película dirigida por Oliver Stone. La historia estaría basada en las confesiones de su libro ‘Mi hermano Pablo’, negocio que se vino abajo por culpa de los abogados.
Por esas causas, se dice que cobra por entrevistas y querría convertir su casa en un museo. “No tengo peleas con nadie, arreglé los problemas que tenía mi hermano y la gente se dio cuenta de que yo soy sincero, que no busco problemas; mi modo de ser es muy diferente”, finalizó.