Aunque perecen indiferentes, traicioneros y hasta interesados, los gatos son animales bastante afectuosos, pero su lenguaje es diferente al de los perros.
Estamos acostumbrados a los perros que, literalmente, lloran de amor por nosotros, pero, aunque los gatos no hacen tantas morisquetas, la ciencia ha confirmado que su afecto es igual de inmenso.
Es un asunto natural. Las especies felinas tienen un poderoso instinto de supervivencia, son depredadores y esa pauta en su ADN los hace desconfiados, ponen límites y su expresividad es mucho más neutra.
Sin embargo, pueden convertirse en un “peluche viviente” cuando eligen a su dueño humano, lo protege y ama como si se tratara de uno más de su manada.
Las señales
Lo primero que debes hacer cuando tienes un gato es observar su comportamiento cuando está contigo. Hay varias señales que intentan decirte algo, solo que muchas veces no las entendemos.
La idea es que descubras lo que ya por los 10 mil años de domesticación se ha logrado interpretar, y para esto no hay diferenciación entre gatos machos o hembras, todos poseen el mismo lenguaje.
Amasar: Cuando tu gato te agarra para hacerte una “sesión de masajes” date por adoptado. Sí, los gatos eligen a sus dueños y solo dan confianza a quienes les gusta. Recuerda que ellos poseen un magnetismo especial, de allí que no a todas las personas les va bien con los gatos, y viceversa. Por algo será.
El “amasado” es el primer contacto amoroso del gato, ya que cuando nace desarrolla esta acción para estimular la producción de leche de su madre. En ese momento se siente protegido y seguro.
Ronroneo: Los gatos son en extremo muy agudos con el olfato. Los olores complementan su apreciación del ambiente en el que se encuentran. De igual modo, su respiración es un indicador de emociones. Cuando están en plan de pelea, el corazón se les acelera y respiran muy rápidamente, pero cuando se sienten a gusto, su respiración es más profunda y empiezan a ronronear. Ese “ruidito” en su pecho significa que está feliz a tu lado.
Cola levantada: Si ves que tu gato se acerca a ti con la cola levantada y la punta ligeramente de lado, eso significa que les alegra verte. Normalmente esta postura es acompañada por el roce de su cabeza contigo, incluso pasa todo su cuerpo por tus piernas mientras camina. En su idioma esto significa que eres bienvenido.
Regalos: No te molestes si el gato te deja un ratoncito muerto en la puerta, o cualquier otro insecto. Es fácil interpretar que se trata de un regalo para ti. El gato ha decidido no comérselo porque quiere compartirlo contigo y lo deja en el sitio más visible. Esta acción absolutamente consciente es planificada, así que dale un premio y retira su “regalo” sin armar pleito con el pobre michi.
Frota su cabeza o mejilla contigo: Los gatos marcan territorio con el olor. Todo les gusta limpio y por eso cuando acercas tu mano lo primero que hacen es oler, ya que si tienes alguna sustancia que no les gusta odiarán que lo acaricies y les dejes el pelo con otro olor. Pero cuando el gato te quiere mucho, dejará su propio olor y hasta sus pelitos en tu ropa, cita El correo de Andalucía.
Otras señales
Panza arriba: Es el gesto más íntimo que puede tener un gato con su dueño. Su panza es la zona más delicada y por nada permite que lo toquen por allí. Pero cuando el gato ama a su dueño, es capaz de acostarse y dejar al descubierto su panza para que lo toque. El nivel de confianza contigo en este punto es bastante grande.
Dormir contigo: Se sabe que los gatos son bastante independientes y que disfrutan de la soledad, pero cuando eligen dormir contigo ya te debes considerar de su misma familia. Si tu gato se mueve en ambientes limpios y lo mantienes saludable, no hay ningún problema. Si el gatito sale mucho a la calle, no lo bañas y tiene algunos problemas de piel, primero debes llevarlo al veterinario.
Lamer: Con el acto de lamer el gato te está “pintando” su mismo olor. Eso lo hace para indicar a cualquier otro gato que eres parte de su grupo, y también te dice que quiere regalarte una sesión de baño gatuno.
En resumen, todas estas señales son un claro ejemplo de cómo los gatos aman y quieren ser amados.
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