Muchas personas en algún momento de sus vidas practican el cultivo de plantas desde sus patios o balcones, situación que normalmente se familiariza como una actividad que rinde homenaje a las abuelas y madres que por años amenizaron los hogares gracias a la estética de diversidad de colores obtenida, pero también por las cualidades olfativas que regalan.
Tienes ganas de cultivar alguna planta para sacar provecho a sus aromas, entonces te invitamos a conocer estos cuatros jazmines de fácil alcance que al seguir en detalles los pasos, puedes implementarlo con paciencia y sin ningún problema en tu domicilio
Brunfelsia australis o Jazmín del Paraguay
Cuenta con una floración intensa a principios de primavera y luego aparecen algunas flores esporádicamente durante el verano.
Las flores cambian de color: abren violetas y palidecen hasta llegar a ser blancas. Son intensamente fragantes y se utilizan en perfumería. Sus flores cambian de color en tres días, por eso también se le dice “ayer, hoy y mañana”.
Gardenia jasminoides o Jazmín del Cabo
Las flores son blancas y muy fragantes que aparecen en primavera y verano. En algunas variedades y en algunos climas puede florecer durante todo el año. Necesita sol, crece en suelo permeable, rico, con buena retención de agua.
No resiste los inviernos rigurosos, tampoco tolera bien la sequía ni la poda y suele tener problemas sanitarios como la cochinilla y pulgones.
Jasminum azoricum o Jazmín azórico
Es una enredadera de follaje persistente con flores blancas muy perfumadas que aparecen especialmente en verano, pero pueden continuar hasta principios del otoño.
Necesita sol o media sombra y prospera en suelos con mucho humus, ricos, que retengan buena humedad. En verano, cuando florece, necesita riegos. Es de climas templados y resiste sólo heladas leves.
Jasminum polyanthum o Jazmín chino
Necesita sol y prefiere los suelos ricos, húmedos y con buen drenaje. No prospera en zonas con heladas fuertes y su poda se efectúa luego de la floración. Si se cultiva en macetas hay que fertilizar la tierra y regar periódicamente por su alta exigencia de nutrientes.